Niegan privatización, pero se afanan en cambiar la ley reglamentaria del artículo 27
Trabajan senadores de PRI y PAN en modificaciones legales para abrir Pemex
La Comisión de Energía analiza en cuáles áreas y servicios puede participar la IP
En el Senado se avanza hacia una reforma energética y aunque los legisladores de PRI y PAN aseguran que no se trata en forma alguna de privatizar Pemex, trabajan en las modificaciones a la legislación secundaria, entre ellas la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional en materia de petróleo, a fin de permitir la entrada de capital privado en algunas áreas de la principal empresa pública del país.
El presidente de la Comisión de Energía, Francisco Labastida Ochoa, informó que hay un acuerdo entre todas las fracciones del Senado para que no se presente ninguna iniciativa hasta agotar la posibilidad de presentar un proyecto de consenso en el que participe el PRD.
Hubo una reunión de más de cuatro horas en el seno de la Comisión de Energía, dijo, en la que priístas, panistas, perredistas, así como legisladores del Verde Ecologista, del PT y de Convergencia, adquirieron ese compromiso. En ese encuentro, dijo, se decidió seguir en el análisis de la situación por la que atraviesa Pemex “y en la definición de cuáles son las áreas y servicios en que puede participar el sector privado”.
Por separado, el secretario de la Comisión de Energía, el senador del PAN, Rubén Camarillo, insistió en que su partido no pretende que Pemex se venda y “rechazamos rotundamente que pretendamos encabezar un proyecto privatizador del petróleo y no vamos a permitir que se nos convierta en chivo expiatorio en el tema energético”.
Ello, en respuesta a los cuestionamientos que un día antes formuló la dirigencia y los grupos parlamentarios del PRD, en los que se acusó al gobierno de Felipe Calderón de intentar la privatización de Pemex.
Responsable del tema energético en la bancada del PAN, el senador Camarillo sostuvo que “nadie pretende el desmantelamiento de Pemex ni nadie está pensando en una operación para entregar la empresa a inversionistas privados”.
Lo que sí plantea el PAN “es la necesidad del análisis, de la concurrencia de ciertos sectores de inversión privada, no para comprar Pemex ni sustituir a la empresa, sino complementar la inversión que se requiere en algunos sectores”.
En México, añadió, lo que se conoce como privatizar es vender activos actuales de una empresa del Estado a particulares, como se hizo con Teléfonos de México o los bancos. “En cambio, nosotros no pretendemos que un sólo tornillo de Pemex pase a formar parte de la iniciativa privada, lo que queremos es la concurrencia de esos sectores en donde haya necesidad”.
Argumentó que el propio Lázaro Cárdenas, luego de expropiar el petróleo, emitió una ley en la que se permitían concesionar a empresas privadas los servicios de Pemex, después Adolfo Ruiz Cortines consideró que no era conveniente la participación de la iniciativa privada y ahora, 50 años después, es necesario “que los legisladores nos sentemos a analizar si ese marco legal que tiene ahora la industria petrolera, es el requerido para darle buenas cuentas a los mexicanos.
Durante la reunión del pasado miércoles de la Comisión de Energía, los perredistas Graco Ramírez y Pablo Gómez se manifestaron en contra de lo expuesto por Camarillo y se comprometieron a presentar propuestas alternativas, sobre todo en exploración en aguas profundas, ya que el panista sostuvo que no hay otra que la asociación con el capital privado, como el convenio de Pemex con Petrobras.
El panista comentó al respecto que escucharán con respeto la propuesta que el PRD presentará, a fin de cotejarla con los proyectos del PRI, del Verde Ecologista y de los demás grupos, dentro la Comisión de Energía, para que de ahí salga una iniciativa conjunta de todas las fuerzas políticas.
En entrevista aparte, Labastida Ochoa dijo que la Comisión de Energía se reunirá de nueva cuenta a finales de mes o principios de diciembre, durante todo un día, a fin de continuar con la discusión. El encuentro, adelantó, será a puerta cerrada, porque “si nos vamos al debate público antes de hacerlo en privado, lo único que se logrará es separar las posiciones y dificultar los acuerdos”.