El premio Nobel portugués cumple 85 años
De alguna forma sigo siendo un campesino, dice Saramago
Madrid, 14 de noviembre. Cuando a José Saramago le preguntaron recientemente a qué se debe su sombría visión del mundo, el escritor portugués contestó: “No soy un pesimista, sino un optimista bien informado”.
Basta con leer el periódico para darse cuenta de que el mundo es un infierno: “Millones nacen para sufrir y a nadie le importan”, dijo el Nobel portugués.
Este viernes, el autor de El evangelio según Jesucristo y La balsa de piedra, cumple 85 años. Para él, la niñez “fue la etapa que me marcó. De alguna forma sigo siendo un campesino”.
Nacido el 16 de noviembre de 1922 en el seno de una familia humilde en el pueblo de Azinhaga, cerca de Lisboa, Saramago se dedicó a la literatura cuando rondaba los 40 años. Después de abandonar el colegio porque la familia necesitaba dinero, trabajó como cerrajero, mecánico y después como dibujante técnico, funcionario público, empleado en una editorial y periodista.