En 7 años aumentó 40% el sobrepeso y la obesidad entre menores de 5 a 11 años
El ambiente obesogénico promovido por la publicidad propaga diabetes: consumidores
Los niños en México que ven dos horas de televisión al día presencian 12 mil 700 anuncios de comida chatarra al año, y ninguno con orientación nutricional, precisó el director de
Indicó que 8 por ciento de la población nacional sufre diabetes, o sea, “un total de 10 millones de mexicanos se ven afectados por esta enfermedad”, además de que en los últimos siete años aumentó 40 por ciento el sobrepeso y la obesidad entre menores de cinco a 11 años de edad.
Mediante un comunicado, Calvillo refirió que de acuerdo con la Comisión Mexicana de Macroeconomía en Salud, los gastos directos e indirectos generados por la diabetes, la principal causa de muerte por enfermedad y la mayor causa de amputación de miembros y ceguera en el país, ascienden a más de 23 mil millones de pesos. “La diabetes tiene como principal causa la epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta a más de 70 por ciento de los adultos y a 20 por ciento de los niños en México”, acotó.
Mencionó que en las escuelas de México predomina “la comida chatarra”, no hay acceso al agua potable, pues “ya no hay bebederos. No es de extrañar que los niños tengan preferencia por este tipo de alimentos”.
Calificó al sobrepeso y a la obesidad como epidemia y causa principal de la diabetes, la cual “no es más el resultado de malos hábitos individuales, es la expresión de un entorno que los promueve y que los expertos han dado en llamar ambiente obesogénico”. Advirtió que de no combatirse ese entorno, difícilmente se tendrán resultados positivos en las campañas públicas.
Llamó a los poderes Ejecutivo y Legislativo a desarrollar políticas públicas y marcos legislativos efectivos para modificar el ambiente que ha provocado que el sobrepeso, y que la obesidad se haya desarrollado “como una epidemia” en el país.
El director del organismo sostuvo que el Estado no ha querido enfrentar “los intereses de las grandes empresas que argumentan que no hay alimentos buenos y malos”. Esta dicotomía impuesta por las empresas debe ser sustituida aclarando que hay alimentos recomendables para su consumo habitual y otros, que si se consumen, debe hacerse de forma más esporádica, señaló.
Recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) sustenta que obesidad se debe a la conformación de un ambiente que promueve el consumo de alimentos con altos contenidos de azúcares, grasas y sal, los cuales se difunden en publicidad dirigida a niños, además de que falta un etiquetado claro en los productos, que permita a los consumidores elegir de manera informada.