Nuevos choques con la policía en Lahore y Karachi
Exige Benazir Bhutto la renuncia del paquistaní Pervez Musharraf
Lahore, 13 de noviembre. La ex primera ministra Benazir Bhutto, que esta semana se convirtió en la principal líder de la oposición en Pakistán, reclamó hoy por primera vez la dimisión del presidente Pervez Musharraf, quien la puso en arresto domiciliario por segunda vez en cinco días.
“Llamo a Musharraf a renunciar, a que se vaya. Tiene que renunciar como presidente y también como jefe del ejército. Este país le pertenece a la gente y tiene que ser devuelto a la gente”, declaró desde su residencia en Lahore a un grupo de periodistas, y dejó entrever que podría boicotear las elecciones legislativas de enero.
Aseveró que “Pakistán es un país con armas nucleares y sencillamente no puede enfrentarse a la anarquía y la inestabilidad”, después de que en Estados Unidos también ha habido inquietud acerca de ese tema entre algunos altos funcionarios militares como el general Carter Ham.
Bhutto, quien justificó sus negociaciones anteriores con Musharraf para el retorno de la democracia diciendo que se desvió de la ruta, llamó a unificar la dividida oposición paquistaní y exhortó a la comunidad internacional a abandonar a Musharraf, quien se niega a levantar el estado de excepción pese las elecciones anunciadas.
Esta madrugada, la autoridad le entregó a Bhutto en una casa de Lahore una orden de arresto domiciliario de siete días para impedirle participar en una “larga marcha” desde esa ciudad del este hasta Islamabad en protesta contra el estado de excepción. Más de mil policías rodean la zona.
Partidarios de la ex primera ministra emprendieron una manifestación en Lahore y se desataron algunos enfrentamientos con la policía. También hubo protestas en paralelo en Karachi, donde hombres armados dispararon contra dos puestos policiales.
En este clima de tensión, Estados Unidos llamó al “diálogo entre todas las partes” en Pakistán y anunció que el fin de semana enviará a ese país al número dos del Departamento de Estado, John Negroponte, para pedir a Musharraf que levante el estado de excepción que impuso hace 10 días y permita elecciones libres y justas.
El presidente George W. Bush pretende que el estado de excepción sea levantado antes de las elecciones legislativas previstas para el 9 de enero, y opina que Musharraf debe dejar su uniforme militar porque “no se puede ser presidente y jefe del ejército”, según comunicado de la Casa Blanca.
Una docena de organizaciones humanitarias exigieron a Bush que interrumpa la asistencia militar a Pakistán si Musharraf sigue negándose a levantar el estado de excepción y liberar a todos los presos políticos detenidos en los últimos días.
Sin embargo, el régimen paquistaní reafirmó su posición al rechazar una petición similar de la Commonwealth, acompañada también por una amenaza de suspensión de su participación en esa organización.
Además, el presidente militar de facto intentó calmar los temores de los estadunidenses al declarar que las armas nucleares de Pakistán están bajo “total control” protegidas por estrictas medidas de seguridad puestas en marcha en 2000.