Ofrece defender su carácter público y laico, sostiene
Trabajaré por fortalecer la UNAM, afirma Narro
Reconoce la labor de Juan Ramón de la Fuente, quien pudo reposicionar a la institución en el sitio que debe estar
“Recibir el encargo de la honorable Junta de Gobierno es una satisfacción personal y al mismo tiempo una enorme responsabilidad, porque eso es lo que se adquiere frente a esta casa de estudios, frente a la sociedad mexicana y frente a nuestro país”, fueron las primeras palabras de José Narro Robles después de ser designado rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En un mensaje a la comunidad universitaria, el médico cirujano manifestó su compromiso de poner “mi capacidad, esfuerzo y trabajo al servicio de esta extraordinaria casa de estudios”, ya que en la medida en que la universidad mejore, en esa misma medida “se sirve más y mejor a nuestro país”. La celebración se vio opacada cuando al final del discurso un grupo de estudiantes de la Facultad de Economía acusó que la elección fue “antidemocrática”.
Frente a eso, agregó que trabajará por fortalecer los principios originarios de la UNAM: su sentido nacional y autonomía; su carácter “indeclinablemente” público y laico; su compromiso con la libertad de expresión de las ideas, cátedra e investigación; y su responsabilidad con las causas, necesidades y problemas del país y de la sociedad mexicana.
Previamente, en punto de las 20:30 horas, los 15 integrantes de la Junta de Gobierno, encabezados por su presidente, Manuel Peimbert, ingresaron a la dirección de la Facultad de Medicina para notificar, de manera personal, su decisión a Narro, quien quizás había esperado esa visita desde hacía años. En ese momento el pasillo del edificio ya estaba atiborrado por universitarios, y el director de la facultad ya había informado al rector saliente, Juan Ramón de la Fuente, que deseaban manifestar sus apoyos y felicitaciones.
La aparición de la figura de José Narro por la puerta de la dirección provocó un ¡Goya! generalizado. De inmediato decenas de universitarios se arremolinaron alrededor de su persona: directores de institutos, escuelas y facultades; estudiantes, profesores y trabajadores no perdieron la oportunidad para abrazar, felicitar y hasta llorar con su nuevo rector, cargo al que tantas veces aspiró y vio postergados sus esfuerzos.
Entre aplausos, el médico avanzó paso a paso hacia el auditorio Fernando Ocaranza. En su camino, una profesora de la facultad le gritó: “Me da más alegría a mí que a usted, doctor”. Dos trabajadoras de intendencia se acercaron a él simplemente para abrazarlo, a lo que Narro respondió: “Gracias por estar aquí”.
Ya en el recinto de la Facultad de Medicina, Narro agradeció a los universitarios que apoyaron sus aspiraciones ante la Junta de Gobierno, a sus siete contendientes y reconoció la labor del rector saliente, Juan Ramón de la Fuente, quien “pudo reposicionar a la UNAM en el lugar que merece y en el que debe estar”.
La fiesta se vio oscurecida por un pequeño grupo de estudiantes de la Facultad de Economía, que al final del mensaje lo increparon al asegurar que fue él quien “avaló” la entrada de la Policía Federal Preventiva a la universidad el 6 de febrero de 2000 para romper la huelga estudiantil que por casi 10 meses se mantuvo en la casa de estudios. También acusaron que el proceso de designación fue “antidemocrático” y “poco representativo”.
Ante estas expresiones, los simpatizantes de Narro acallaron a los quejosos con sonoros ¡Goyas!, lo que dio pie a los manifestantes para asegurar que “ése es el llamado al diálogo” e inclusive llamaron “porros perfumados” a los presentes, incluido el propio nuevo rector. José Molina, alumno de Economía, señaló que el “festejo se hacía en lo oscurito a esta hora que ya no hay estudiantes”.
José Narro mostró temple ante estos hechos y, al cuestionarlo sobre los reclamos, aseguró que los respetaba, porque son parte de la libertad de la comunidad y no lo molestaban ni opacaban su designación.
En su discurso destacó que las diferentes manifestaciones que la comunidad universitaria presentó ante la Junta de Gobierno reflejaron “la libre expresión de las ideas que caracterizaron este proceso”. Llamó a los universitarios en su conjunto a participar con convicción en su proyecto para “poner al servicio de la UNAM esa capacidad y experiencia que requiere la casa de estudios para ser la mejor”, ya que la universidad tiene fortaleza por sus estudiantes, profesores y trabajadores, aseguró.
“Tenemos el compromiso con la UNAM y con la sociedad mexicana y simplemente (quiero) decirles que intentaré ser el coordinador de todos esos esfuerzos en beneficio de México, de la UNAM y de su comunidad”, finalizó.