Al concluir Papitour en el Auditorio hizo una travesía de sus éxitos durante tres décadas
Miguel Bosé donó 60 mil dólares para los damnificados de Tabasco
La Academia Nacional de Música entregó premio al español por su disco Papito
Recibió un reconocimiento por sus 45 conciertos en el recinto de Reforma
Ampliar la imagen María Cristina García Cepeda y Miguel Bosé
“¡Ni Villahermosa ni nadie se irá con las manos vacías mientras yo viva!”, aseveró tajante el cantante y compositor español Miguel Bosé, el pasado domingo, al final del último de los conciertos de su gira llamada Papitour, en el Auditorio Nacional, donde entregó un donativo de 60 mil dólares para apoyar a los damnificados por las inundaciones en Tabasco.
Papitour sumó 10 presentaciones en esta gira en el foro de Reforma, con lo cual son ya 45 los conciertos que ahí ha dado, en 30 años de trayectoria, por lo que la coordinadora ejecutiva del recinto, María Cristina García Cepeda, le entregó un reconocimiento que el intérprete de Nena recibió emocionado, al punto de las lágrimas.
Noche de emociones para el ibérico, a quien el director de la Academia Nacional de la Música, Alejandro Garza, le entregó la Musa del Premio Oye! por el mejor álbum del año, Papito.
Bosé hizo un recorrido de tres décadas, desde Sereno y Nena, pasando por Salamadra, Sevilla, Partisano, Creo en ti, Morir de amor, Te amaré, Si tú no vuelves, Bandido y muchas más, algunas en el formato de popurrí, hasta La belleza, en una versión en tono de himno del tema de Luis Eduardo Aute.
Entusiasmo desde el primer momento
A las seis de la tarde, en medio de una gritería ensordecedora, entró el ídolo de miles. Desde la primera pieza, el público se puso de pie para bailar e imitar los pasos de quien hizo famosa Don diablo. Instó a emocionarse y a participar en lo que definió como “una travesía”. Su canción El hijo del capitán Trueno subió a los espectadores en ese viaje musical por los mares que le son conocidos: los de las emociones, del amor y la melancolía.
Bambú fue la sensualidad y el erotismo. “¿México, qué quieres que te dé?”, preguntó, a lo que miles respondieron “¡Bambú!”. Gulliver o de la trascendencia de quien asegura que no será olvidado. “Nunca caí en el olvido”. Salamandra y el ritmo que hace a Bosé usar los filos de las manos para rebanar el aire. Es de los apóstrofes más conocidos.
Sevilla lo lleva a una descripción de una ciudad a partir de las sensaciones.
Mirarte refiere el momento cimero que hace a una persona amar a partir de la contemplación. Partisano, en la que los cronómetros advierten que la vida se va, que se está yendo el aire vital.
Invitó a dar un salto hacia atrás, de 25 años. Una canción tiene su espacio y su tiempo, así como su forma de expresión. “Cada canción tiene una caja de memoria”, afirmó. Se escuchó Amiga, de la que ha dicho que la hizo cuando tenía una idea del amor diferente. “Nada es repetible”. Teorema es un juego de palabras sobre un amor a destiempo. Linda, que trata de un amor protector, honesto; de la necesidad de cerrar círculos.
La noche fue de invitados: entró Bimba Bosé, de belleza y porte excepcionales. Interpretaron Qué va a ser de ti. Con Sasha, Si tú no vuelves. Con Benny Ibarra, a quien definió como “mi amigo y mi hermano”, Si puedo volverte a ver. Ante la emotiva reacción del respetable, Bosé pidió que México nunca deje de cantar, que ame su libertad.
Olvídame tú, Amante bandido y Nena… hasta con Las manos vacías. Fue el final del Papitour en México.