Exigen detener trabajos de la empresa española Befesa
Protestan habitantes de Zimapán por construcción de confinamiento
Cientos de habitantes hidalguenses de Zimapán se manifestaron ayer frente a la embajada de España, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), la residencia oficial de Los Pinos y las oficinas de la empresa española Befesa, en protesta por la construcción de un confinamiento de desechos tóxicos –que pretende ser el más grande de América Latina– a siete kilómetros de la población, en la comunidad de Botiñhá, que lleva a cabo dicha compañía.
La protesta comenzó en la sede diplomática, donde pidieron la intervención del gobierno español para que la empresa cese la obra ante la inviabilidad ambiental del plan. Después acudieron a la sede de Befesa, en la colonia Verónica Anzures, para expresar que no fueron consultados, cuando la ley ecológica así lo indica.
José María Lozano, presidente del movimiento cívico, señaló que al pueblo se le dijo inicialmente que se iba a edificar una recicladora de basura. Responsabilizó a las autoridades de la Semarnat, Profepa y del gobierno del estado, así como al municipal, por no detener de inmediato dicha construcción, que ocasionará graves daños a la salud.
La protesta siguió frente a la BMV, ya que esta compañía cotiza en ella y el año pasado obtuvo ganancias por 5 mil millones de euros, mientras que a la ciudadanía local le dan 100 dólares de renta mensual por las tierras. El último punto fue la residencia oficial de Los Pinos.
Al respecto, un análisis de Miguel Angel Martínez, del Centro de Investigaciones Biológicas de la Universidad Autónoma de Hidalgo, indica que el sitio donde se ubicará el confinamiento está sobre una corriente de agua intermitente y hay una población de 11 mil 500 personas dentro del radio de 25 kilómetros de la planta, cuando la legislación estipula que no debe haber cuerpo de agua al menos a 500 metros y la distancia mínima de una población mayor a 10 mil habitantes debe ser de 25 kilómetros.