Beneficia a clientes pero no a sexoservidores, dice
Control sanitario propicia la explotación sexual: CNDH
El coordinador del programa de VIH/sida de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), Ricardo Hernández Forcada, manifestó que en México, “al establecer un control sanitario o las zonas de tolerancia” para el trabajo sexual se provocan inconvenientes, como el que esas espacios se conviertan en lugares propicios para la explotación sexual de personas, el trabajo esclavo, la extorsión y otras formas de violación a las garantías individuales.
Al participar en el foro Trabajo Sexual, VIH/sida y Derechos Humanos, el funcionario detalló otros inconvenientes que resultan de abordar el problema por el sistema reglamentario, es decir, cuando se establece el control sanitario o las zonas de tolerancia: “se plantea en beneficio de los clientes y no de las y los trabajadores del sexo comercial, los cuales, por vía reglamentaria ven negado su derecho constitucional a la protección de la salud”.
Dicho control, agrega, ofrece falsas seguridades a los clientes, quienes potencialmente pueden adquirir el VIH y otras infecciones de transmisión sexual por los periodos de ventana entre la infección y la detección; esta aproximación suele dejar de lado la educación para la prevención.
Fomenta la irresponsabilidad de los usuarios en el cuidado de su salud, “al poner la obligación en el trabajador sexual”; expone a los sexoservidores a adquirir la infección por los clientes, ya que no hay control sanitario de éstos.
Tampoco atiende el problema de la clandestinidad a la que se ven forzadas a incurrir las y los trabajadores sexuales que no cuenten con los requisitos de las zonas de tolerancia y de control sanitario; ignora los medios modernos de oferta de trabajo sexual, tales como teléfonos e Internet, donde no hay regulación.