Presionados por la CBF, los legisladores no investigarán al Corinthians
El poder del futbol brasileño doblegó al Congreso del país sudamericano
Ampliar la imagen Ricardo Teixeira, presidente de la Confederación Brasileña de Futbol, en imagen de archivo, durante el anuncio de la FIFA para otorgar el Mundial 2014 al país sudamericano Foto: Reuters
Río de Janeiro, 9 de noviembre. Si había alguna duda sobre el poder del futbol en Brasil, quedó despejada. A raíz de las presiones de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF), el Congreso decidió no indagar acerca de uno de los más grandes escándalos de la historia deportiva del país.
La idea de crear una Comisión Parlamentaria de Investigación (CPI) sobre las sospechas de múltiples irregularidades en la asociación entre el popular club Corinthians y el grupo inversor británico MSI quedó sepultada este jueves, ante la masiva retirada de apoyo de legisladores presionados por la CBF.
La máxima entidad del balompié brasileño, presidida por Ricardo Teixeira, esgrimió un argumento irrespondible para muchos de los diputados y senadores. Sostuvo que una investigación podría perjudicar las aspiraciones de sus estados a recibir partidos del Mundial de futbol de 2014, cuya organización le adjudicó la FIFA.
Nada menos que 18 ciudades brasileñas se postulan a ser subsedes de la Copa del Mundo. De éstas, por lo menos seis quedarán excluidas si la FIFA acepta la demanda de la CBF de realizar partidos en 12 ciudades.
El organismo rector del futbol internacional, sin embargo, prefiere que la cita se realice sólo en ocho sedes.
La disputa es fuerte, y para ganarla los políticos aceptan ignorar el escándalo que involucra al segundo club de Brasil en popularidad, cuyos dirigentes son investigados por la Justicia de Sao Paulo, bajo sospechas de lavado de dinero y evasión de divisas e impuestos, entre otros delitos.
Desde la semana pasada decenas de diputados y senadores retiraron sus firmas del documento que solicitaba crear la CPI, para lo cual se requería el respaldo de al menos 171 legisladores. Cuando empezó la semana decisiva el documento tenía 209 firmas.
El jueves, al ser leído ante el Congreso, el número había bajado a 168 y la petición se archivó.
El presidente de la CBF aclaró que su decisión de salir en defensa del Corinthians se debió principalmente al temor a que los legisladores utilizaran la CPI para investigar los gastos de la organización del Mundial de 2014.
“Eso definitivamente la FIFA no lo permitirá”, expresó Teixeira durante una entrevista concedida en Zurich, poco antes del anuncio oficial de Brasil como sede de la Copa de 2014.
Aquella vez el dirigente se dijo convencido de que la indagación sobre Corinthians sería sólo una excusa para llegar a la CBF y a la comisión organizadora del Mundial.
“El proyecto final (de los defensores de la CPI) es alcanzar a la Copa de 2014, saber cómo se va a gastar. Seamos objetivos. Es una iniciativa privada. No usen subterfugios para afectar políticamente a la Copa de 2014”, expresó.
En las filas del Corinthians, la decisión del Congreso de archivar el pedido de CPI fue recibida casi con indiferencia.
El club enfrenta una denuncia penal del MP, y su nuevo directorio, comandado por Andrés Sánches, intenta descubrir las dimensiones de los problemas dejados por el anterior presidente, Alberto Dualib, autor del acuerdo con MSI, firmado en 2004.