El jefe Dylan
El poeta Robert Allen Zimmerman ingresó a la historia hace casi medio siglo con el nombre egregio de Bob Dylan, lapso durante el cual el mundo nunca le ha sido ajeno. Inclusive sus momentos oscuros ya han sido iluminados en la primicia por venir: este 21 de noviembre será el estreno mundial del filme de Todd Haynes, cuyo título lo dice todo: I’m not there (No estoy) con la extraordinaria actriz Cate Blanchett en el papel de Bob Dylan (en la foto que corona la columna derecha del Disquero), luego de brillar en Venecia.
Por lo pronto, lo más nuevo audiovisual sobre el alumno de Dylan Thomas es otro filme: Don’t look back (No voltees), de D.A. Pennebaker (la portada la reproducimos aquí abajo) que es en realidad un relanzamiento por su mejoría en calidad digital, merced a los avances tecnológicos, y que se engarza con el suceso fílmico anterior, No direction home, de Martin Scorsese, materiales que ya hemos reseñado en su oportunidad.
Pero lo más nuevito nuevecísimo es una antología magistral, inmejorable, titulada simplemente Dylan y que por razones de espacio no reproducimos, además de que es espartanísima y vale más tenerla en las manos, sobre todo si uno posee la fortuna de acariciar la textura de la tela roja que envuelve la caja de lujo en edición limitada que contiene los tres discos tres con 51 obras maestras 51, además de la parafernalia del caso: un manojito de 10 postales en edición limitada para coleccionistas y/o fetichistas, un tríptico promocional de más mercadería y –dirían los clásicos– “como regalo principal”, un par de medias Shalimar y unas pantaletas Panta-rab. Ya en serio: el tesoro que encierra este arcón prenavideño es una de las obras cumbre de toda la historia cultural de Occidente: 51 poemas que retratan el medio siglo que ha transcurrido desde que Robert Allen Zimmerman ingresó a la historia con el nombre egregio de Bob Dylan.