Medida preventiva por la remoción de toneladas de tierra que cortan el cauce
Habitantes de 17 aldeas contiguas al río Grijalva son trasladados a albergues
Identifican a la novena víctima del derrumbe; continúa la búsqueda de 16 más
Se prevé que la reubicación de los pobladores termine el lunes: Protección Civil
Ampliar la imagen Más de 400 trabajadores de la CFE llegaron a Ostuacán, Chiapas, para instalar un campamento y laborar en el drenado del río Grijalva, luego de que un alud sepultó a la comunidad Juan de Grijalva Foto: Notimex
Ostuacán, Chis., 9 de noviembre. Autoridades estatales y federales comenzaron a reubicar a los habitantes de 17 localidades y ranche-rías localizadas en la ribera del río Grijalva, en una extensión de 10 a 12 kilómetros de lo que fue el poblado Juan de Grijalva, arrasado el domingo pasado por un deslave.
Se trata de una medida preventiva ante el efecto que pueda causar la remoción de las miles de toneladas de tierra que cortan el cauce que desemboca en la presa Peñitas. Allí fue encontrado este viernes el cadáver de un hombre, identificado como Osiel Ruiz Ramírez, con lo que suman nueve los cuerpos rescatados. Otras 16 personas continúan desaparecidas y prosigue su búsqueda.
Luis Manuel García Moreno, subsecretario de Protección Civil estatal, refirió que cientos de trabajadores de las comisiones Federal de Electricidad (CFE) y Nacional del Agua, además de la Secretaría de la Defensa Nacional, laboran en abrir el tapón y “no se tiene la certeza de cómo se comporte el afluente una vez que se abra, incluso por efecto del derrumbe y la humedad”.
El terreno “continúa inestable y no termina de acomodarse”, y esto podría agravarse una vez que se abran las compuertas de la presas Malpaso y Peñitas, agregó el funcionario.
“Se va a evacuar (a los habitantes) porque hay maquinaria pesada trabajando en el desahogo del tapón que se formó con la caída de los 2.4 millones de metros cúbicos de piedras y lodo”, detalló García Moreno. El desalojo deberá concluir a más tardar el lunes y serán trasladados con sus pertenencias a albergues en las cabeceras municipales de Ostuacán y Tecpatán, precisó.
Cordón de seguridad
El cordón de seguridad alrededor de Juan de Grijalva comprende desde la restricción del paso a curiosos hasta la evacuación de aproximadamente mil 500 personas que viven hacia el lado de la presa Peñitas y rumbo a Malpaso.
Benjamín Granados Domínguez, subdirector de Proyectos y Construcción de la CFE, informó que la remoción de escombros se inició con la colocación de potentes lámparas que iluminarán el área para que unos 300 empleados trabajen por turnos las 24 horas los próximos 30 o 45 días.
Decenas de empleados de la empresa paraestatal construían hoy los campamentos para los trabajadores y descargaban los equipos que van llegando en pangas.
Granados Domínguez dijo que ya hay 25 máquinas pesadas en la presa Peñitas, ubicada cerca de la zona del desastre, que serán trasladadas por río para que el próximo lunes comiencen a retirar el dique de entre tres y cuatro millones cúbicos de tierra formado debido al desgajamiento del cerro La Pera, que taponaron el Grijalva la noche del 4 de noviembre.
El alcalde Tomás Hernández Herrera informó que “se empezaron a abrir las compuertas (de Malpaso), lo que va a provocar que el nivel del agua de la presa formada por el dique de tierra vaya subiendo “un centímetro por hora”.
Este viernes el cuerpo de Osiel Ruiz Ramírez fue trasladado en helicóptero a la cabecera de Ostuacán, en cuyo panteón fue sepultado. La policía estatal ha tratado de impedir que los representantes de los medios de comunicación presencien las inhumaciones.
Noé Navarro, quien desde hace cuatro días regresó de Monterrey, donde radica, recorre el río en lancha con un ataúd blanco en busca de su hermano Abimael Navarro Domínguez, agente municipal de Juan del Grijalva, desaparecido desde el domingo. Su esposa, Rosa Buchot, fue la primera en ser encontrada muerta hace tres días.
Hundimientos en Copainalá y Solosuchiapa
Más de 60 familias del poblado López Mateos, del municipio de Copainalá, ubicado a unos 100 kilómetros de Ostuacán, fueron evacuados debido a hundimientos de tierra por el reblandecimiento que provocaron las lluvias. En este lugar hubo el miércoles un primer hundimiento que destruyó tres casas y agrietó el camino principal, aunque el subsecretario de Protección Civil explicó que no se trata de un asunto grave.
En el municipio de Solosuchiapa, a 30 kilómetros de Pichucalco, hubo otro resquebrajamiento de tierra que destruyó una escuela. Su extensión es de 100 metros de largo y 50 centímetros de ancho.