El ex gobernador asegura que hizo las obras necesarias
No tengo de qué avergonzarme, dice Andrade ante acusaciones
Luego de los severos cuestionamientos a los gobiernos priístas en Tabasco, a quienes no pocos responsabilizan de la tragedia en la entidad, el ex gobernador Manuel Andrade Díaz aseguró que no tiene de qué avergonzarse, ya que aun con insuficiencias, las inversiones hechas durante su administración, junto con la Presidencia de la República, “permitieron afrontar una situación que pudo haber sido más grave”.
Aunque ha habido denuncias en su contra y se exige al gobierno federal una investigación para deslindar responsabilidades, el mismo Andrade se pronunció porque se lleve a cabo una indagatoria, al tiempo que llamó a “no agitar políticamente al estado o lucrar con la desgracia”, pues advirtió que llegará el momento en que todos puedan discutir la responsabilidad que cada uno tiene con el pasado, el presente y el futuro de la entidad.
En un amplio comunicado, afirma que ante la gravedad de los hechos es necesario actuar sin medrar políticamente para sacar provecho o “para lanzar, como es el caso de (Andrés Manuel) López Obrador, acusaciones tanto temerarias como cínicas” respecto a la inundación.
“Son tiempos en que la sensatez y la prudencia son indispensables; en los que no debemos permitir que, además de la desgracia, quieran venir a sumirnos en disputas mezquinas, cuando lo que importa es apoyar a quienes coordinan los esfuerzos para sacar de las crisis presentes y futuras a Tabasco”, consideró.
En su comunicado, el ex mandatario enlista algunas de las acciones de su administración, como “los esfuerzos” para que el gobierno federal invirtiera los recursos necesarios para concluir el Programa Integral contra Inundaciones, en el periodo 2001-2007.
“No tengo absolutamente nada de qué avergonzarme, ocultar o esconder; por eso me quedé a vivir en Tabasco, igual que mis principales colaboradores, responsables de éste y de otros proyectos que hicimos durante mi gestión”, asegura, y aclara que los actuales son tiempos de unidad para impulsar la reconstrucción y transformación de la entidad, al lado de su sucesor, Andrés Granier.
“Las obras están a la vista, y su eficiencia, o más bien su suficiencia en las perspectivas o metas para las que se hicieron, demostraron su utilidad ante esta contingencia”, señala.
Mientras tanto, en la sede nacional del PRI no se ve el apoyo a Tabasco, entidad que siempre ha gobernado, ahora que tiene más de un millón de damnificados afectados por el desbordamiento de los ríos.
Desde el inicio de la tragedia, la dirigencia tricolor se ha permanecido ausente. Sólo el PRI en el Distrito Federal tomó la iniciativa de lanzar una convocatoria a efecto de que se hicieran las aportaciones voluntarias. Dispuso 16 centros de acopio en 14 delegaciones políticas, pero indicó algunos domicilios incompletos.