Atentó contra mi moral, dice el encargado del caso Castaños
Juez pide a Benedicto XVI sancionar al obispo Vera
Demanda procedimiento canónico por abuso de potestad
Ampliar la imagen Raúl Vera López. Imagen de archivo Foto: Víctor M. Camacho
Saltillo, Coah., 6 de noviembre. El juez penal de Monclova, Hiradier Huerta Rodríguez, quien llevó el caso de los militares que violaron a trabajadoras de la zona de tolerancia del municipio de Castaños, pidió al papa Benedicto XVI iniciar un procedimiento canónico en contra del obispo de Saltillo, el dominico Raúl Vera López, pues asegura que atentó contra su moral.
De acuerdo con el documento de la denuncia que el juez entregó este martes a la oficialía de partes del Tribunal Supremo de la Asignatura Apostólica, en Roma, cuyo titular es Francesco Monterisi, Vera habría incurrido en “abuso de potestad eclesiástica”, delito establecido en el apartado 1389-1 de la ley canónica.
Según el ordenamiento, “quien abusa de la potestad eclesiástica o del cargo debe ser castigado de acuerdo con la gravedad del acto u omisión, sin excluir la privación del oficio, a no ser que ya exista una pena establecida por ley o precepto contra ese abuso”.
La queja del juez es en el sentido de que a lo largo del proceso judicial en contra de los elementos del 14 Regimiento de Caballería Motorizada acusados de violar a 13 meseras, bailarinas y sexoservidoras de la zona de tolerancia de Castaños –que derivó en sentencia condenatoria para cuatro de los 11 acusados–, el obispo Vera “se ha encargado de manera reiterada de desestimar mi función e infamar al suscrito”.
Citó como ejemplo que en una misa ofrecida en Monclova, en vísperas de la sentencia, “me tildó de rufián, prejuzgando sobre el fallo que tenía que emitir su servidor al día siguiente, en pleno apego a las constancias legales que obran dentro de los procesos penales”.
Aseguró que Vera “inició una campaña mediática para desacreditar” su actuación judicial, donde afirmó: “A ver con qué nos sale el juez el día de hoy; los militares violaron reglas al desarmar a los policías, al violar a las sexoservidoras y al mentir sobre este caso; a ver con qué nos sale el juez; esperamos que no salga con una tontería o con una sentencia rabona, pues si es así quiere decir que ese juez no sirve para nada”.
Huerta Rodríguez también argumenta a favor de su denuncia lo establecido en el canon 220 de la ley canónica, donde se menciona que “a nadie le es lícito lesionar ilegítimamente la buena fama de que alguien goza, ni violar el derecho de cada persona a proteger su propia intimidad”.