El dramaturgo sostuvo una charla en el contexto del ciclo Conociendo a...

Rinden tributo a la persona y la trayectoria de Emilio Carballido

Carlos Paul

Con su singular sonrisa el maestro y dramaturgo Emilio Carballido, de 82 años, agradeció el reconocimiento a su persona y trayectoria, al término de la charla que mantuvo con los creadores escénicos Luis Mario Moncada, Ricardo Ramírez Carnero y la investigadora Socorro Merlín en el Teatro de la Danza, en el contexto del ciclo Conociendo a…

Durante la conversación que duró poco más de una hora, Carballido respondió con chispeantes comentarios o frases cortas a sus interlocutores, quienes ampliaban o previamente contextualizaban sus preguntas, las cuales buscaban que el propio autor explicara ciertos detalles de su quehacer en el género.

Luego de la proyección de un video sobre el autor de Escrito en el cuerpo de la noche y Rosa de dos aromas, Moncada –a manera de introducción– explicó: “Emilio siempre ha manifestado el deseo de que se conozca lo que él piensa del teatro, a partir de lo que dicen los personajes de sus obras, por lo que a veces no es fácil sacarle más al autor”.

Y así sería. Los interlocutores de Carballido intentaron –en momentos con escaso éxito– obtener del dramaturgo argumentos sobre una visión más amplia de su trabajo dramatúrgico.

No obstante, variados fueron los temas y las anécdotas abordados de manera amena y destacaron en torno a la trayectoria de Carballido, desde su vocación literaria, sus primeras obras y montajes, su fallida experiencia como actor, su condición, importancia y diferencia como novelista y dramaturgo, hasta las primeras políticas culturales adoptadas por Salvador Novo, que permitieron dar a conocerse a autores como Sergio Magaña, con los Signos del Zodíaco, el propio Carballido, con Rosalba y los llaveros y posteriormente Luisa Josefina Hernández, entre otros. Se habló también sobre lo que se conocerían como “teatros de bolsillo”.

Ovación al autor de Orinoco

Tras recordar que ha sido entrevistado innumerables veces, entre otras cosas Carballido y sus interlocutores hicieron mención –sin nombrar algún título–, que dentro de la enorme cantidad de obras escritas por Carballido, habrá muchas sin estrenar.

“Mi vocación literaria –dijo el creador escénico– la descubrí desde chico; siendo muy joven escribí una novela larguísima que abarcaba dos cuadernos. Después de eso, escribí otra obra más, otra más y otra. Mi predilección por escribir teatro proviene de que me parecía más fácil de contar que la prosa narrativa. Creo que es más fácil de leer y escribir, siempre me sentí más cómodo en este territorio; sin embargo, ahora escribo más prosa, pero tardé mucho en aprenderlo.”

Al preguntarle si México estaba realmente entrando a la modernidad a principios de los años 50, Carballido de manera mordaz respondió: “Yo no lo noté, pero parece que sí”.

Respecto de las diferencias de aquel entonces y lo que se vive en la actualidad en el ámbito teatral, consideró que las que las hace distintas “es el tamaño. En ese momento todo estaba de mejor tamaño para uno. Todos estábamos a la medida del foro y del teatro; y luego todo el teatro fue creciendo, de tal modo que ya no hay así una cosa del tamaño de uno. Pero aquello era muy bonito y muy buena época”.

La diferencia que hubo con la generación anterior, a la que pertenecen Xavier Villaurrutia y Rodolfo Usigli, fue “el sentido de verdad, la falta de retórica. Con nosotros estaba el lenguaje cotidiano, los personajes y los temas”, comentó el dramaturgo veracruzano.

Para terminar la charla, se comentó sobre los buenos, y los no tan buenos, montajes que se han hecho de su obra. Uno de los más bellos y entrañables fue la escenificación, en Francia, de Orinoco, sobre un barco. Asimismo, se recordó que Carballido es uno de los autores más representados en México.

El acto concluyó con el público de pie ovacionando a Emilio Carballido, quien en medio del escenario, con franca y singular sonrisa, agradeció a los asistentes el reconocimiento a su persona y trayectoria.