Vendedores de flores y comida y acarreadores de agua, los más afectados
El puente y la pérdida de tradiciones provocan baja asistencia a panteones
En camposantos como el Jardín o San Isidro, muchas tumbas no fueron visitadas
Ampliar la imagen Solitaria melodía en el Panteón Civil de Dolores durante el Día de Muertos, ayer Foto: Carlos Ramos Mamahua
Aunque en menor cantidad que en años anteriores, miles de personas se dieron cita en los panteones de la ciudad de México para “visitar” a sus difuntos durante el Día de Muertos. Familias completas con escobas y cubetas en mano se dirigieron a las tumbas de sus familiares para limpiarlas y adornarlas con flores y comida, mientras que decenas de niños, la mayoría disfrazados al estilo Halloween aprovecharon para apostarse en los pasillos y con una calabaza de plástico pidieron su calaverita
En un recorrido por los cementerios de San Lorenzo Tezonco, en Iztapalapa; San Isidro, en Azcapotzalco; Jardín, en Alvaro Obregón, y Xoco, en Benito Juárez, se pudo observar, como cada año, a grupos de personas alrededor de los sepulcros de hermanos, hijos, padres o cónyuges para departir los platillos favoritos de su familiar, tomarse una copita con ellos o cantarle su canción favorita.
Pero este Día de Muertos no fue tan bueno como lo esperaban los comerciantes de flores y fritangas, ni para los jóvenes que se dedican a vender cubetas de agua a 10 pesos, aunque “no me quejo, sí ha habido venta”, dice una vendedora de flores, aunque reconoció que no como en años anteriores.
Y es que, con excepción de San Lorenzo Tezonco, en los panteones recorridos fue notoria la baja afluencia de visitantes, la razón: el puente, dijeron algunos; aunque para otros porque cada día “se pierden más nuestras tradiciones”.
Saldo blanco: SSP-DF
Desde muy temprano, al menos 30 mil personas, según el reporte de la delegación Iztapalapa, acudieron al panteón de San Lorenzo Tezonco, donde la mayoría se dedicaba con esmero a limpiar y adornar las tumbas “aunque sea una vez al año”, reconoce Eduardo, quien junto con su esposa acomoda flores de cempasúchil y nube que adquirieron a la entrada del cementerio por 300 pesos.
Allí, como cada año, el número de visitantes aumentaba conforme pasaban las horas; de hecho, los cementerios de esta demarcación registraron gran afluencia, sobre todo el de San Nicolás Tolentino, considerado el segundo más grande de América Latina, el cual, de acuerdo con las autoridades delegacionales, fue visitado por más de 100 mil personas, y el General de Iztapalapa, a donde acudieron unas 27 mil.
En Gustavo A. Madero se informó que entre el 1º y 2 de noviembre 45 mil visitantes acudieron a los 11 cementerios de la demarcación. El más concurrido fue el de San Juan de Aragón, con ocho mil personas, mientras que en Miguel Hidalgo se reportó una afluencia de 200 mil personas durante esos dos días en los panteones Civil de Dolores y Sanctorum.
Sin embargo, en camposantos como el Jardín, uno en los que se esperaba un mayor número de personas, fue notorio que muchas de las tumbas no fueron visitadas este año: las lápidas cubiertas de tierra y sin flores; inclusive, los jóvenes que se dedican a la venta de agua para limpiar los sepulcros, tuvieron que recorrer el panteón en busca de posibles clientes, y no al revés como suele suceder en estas fechas.
Una situación similar se pudo observar en el Panteón de San Isidro, donde, al igual que en los demás cementerios fue común ver a niños disfrazados de brujas y vampiros acercándose a los visitantes para pedirles “su calaverita”, aunque no con mucho éxito en la mayoría de los casos.
En el cementerio de Xoco el día estuvo más animado que en años anteriores; a pesar de que en muchas de las tumbas no hubo familiares, al menos la mayoría de ellas si fueron limpiadas y adornadas con flores, aunque con algunos días de antelación.
En general fue un Día de Muertos con saldo blanco, según el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública del DF; gran parte de la ciudad lució semivacía por las miles de personas que decidieron salir de la ciudad en este puente; contrario a lo que se esperaba, el tránsito vehicular no se vio muy afectado por la asistencia a los panteones, sólo por algunos lapsos en las inmediaciones de los mismos, como fue el caso del Eje 3 Norte que entre las 10 y las 11, se registró la mayor afluencia de visitantes al panteón de San Isidro.