Acusa Chad a 16 europeos de plagiar niños
Son integrantes de la ONG Arca de Zoé; podrían ser condenados a 20 años de prisión
Abeche, 30 de octubre. Las autoridades de Chad acusaron hoy a nueve franceses de secuestro de niños y fraude, así como de complicidad a siete españoles, por intentar sacar de Abeche, en el este de la nación africana, a 103 menores, por lo cual podrían ser condenados a 20 años de prisión.
La Comisión Europea criticó a la ONG francesa Arca de Zoé por intentar el traslado ilegal de los menores supuestamente para darlos en adopción en el viejo continente, mientras España fustigó la decisión de la justicia del país africano y Francia abogó por que se logren acuerdos en este caso, al reconocer que los niños son chadianos con familia y no huérfanos de la convulsionada región de Darfur.
El ministro de Comunicaciones de Chad, Hourmadji Moussa Doumgor, dijo que los españoles –que integraban la tripulación de un vuelo contratado para la operación– fueron acusados de complicidad con el secuestro.
Los 16 europeos fueron detenidos la semana pasada cuando trataban de abandonar Abeche –cerca de la frontera con Sudán– con 103 niños. Un piloto belga fue detenido de forma separada, pero no fue incluido en las acusaciones.
Doumgor añadió que el grupo sería trasladado probablemente esta semana desde Abeche a la capital, Yamena.
Entre los acusados están el presidente y otros miembros de Arca de Zoé, quienes señalaron que intentaron ayudar a los niños, no secuestrarlos, y que actuaron legal- mente. Dos periodistas franceses, Marc Garmirian, de la agencia Capa, y Jean Daniel Guillou, de Syncro X, también están entre los detenidos. Además, dos funcionarios locales chadianos fueron acusados de complicidad.
Los niños iban a ser recibidos por familias que pagaron al grupo varios miles de euros cada una, asegura el Arca de Zoé. El fiscal de Abeche, Ahmat Daoud, declaró que los acusados podrían enfrentar penas que comprenden entre cinco y 20 años de trabajos forzados.
En Abeche, decenas de personas se manifestaron a las afueras del Palacio de Justicia y corearon lemas contra los detenidos. Según fuentes oficiales, el clima que se vive en ese lugar, cercano a Darfur, puede retrasar el traslado del expediente judicial hacia Yamena, porque la población quiere que los europeos sean juzgados allí.
Arca de Zoé dijo que la intención era ofrecer una vida mejor a huérfanos procedentes de Darfur, destrozada por la guerra. Muchos sudaneses han cruzado la frontera refugiándose en campos en Chad.
Sin embargo, algunos niños aseguraron que sus padres siguen vivos, y que fueron sacados con engaños de sus pueblos, prometiéndoles caramelos y galletas.
La organización declaró que pretendía dar a los menores en adopción, un proceso que no autorizan ni Chad ni Sudán.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia afirmó en agosto que no había garantías de que se tratara de huérfanos desvalidos.
Gilbert Collard, un abogado de Arca de Zoé, acusó al gobierno de Chad de usar la situación con fines políticos.
El presidente de Chad, Idriss Deby, calificó la operación de “puro y simple secuestro” y pidió estrictas penas para los responsables. Sugirió que los pequeños podían haber acabado vendidos a redes de pederastas o usados para el tráfico de órganos.
El incidente amenaza con complicar las relaciones entre Francia y su antigua colonia, cuando se prepara el despliegue de una fuerza de la Unión Europea (principalmente francesa) en el este de Chad, para proteger a los civiles.
Eric Chevalier, asesor del jefe de la diplomacia francesa, Bernard Kouchner, declaró que los 103 niños son en su mayoría “de padres chadianos” y no huérfanos de Darfur.
Por su parte, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, declaró que iba a “tratar de lograr acuerdos” para que en el caso del Arca de Zoé y de los 103 niños “nadie salga perdiendo”, al reiterar que esta asociación cometió un error y que “actuaron erradamente en lo que hicieron”.
El gobierno de España insistió en la presunta inocencia de sus siete ciudadanos señalados.
“El gobierno disiente de esta acusación y espera que se tengan en cuenta los principios esenciales del estado de derecho, la presunción de inocencia y todo lo que parece apuntar en este momento a una falta de pruebas concluyentes contra los españoles”, dijo el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León.
La Comisión Europea criticó a la organización Arca de Zoé al señalar que “es un caso único, consecuencia de un comportamiento inaceptable”, declaró un portavoz en Bruselas.
La organización Reporteros Sin Fronteras, en tanto, protestó por la “injusta imputación” hacia los dos periodistas franceses y señaló que espera enviar pronto al personal que se encuentra en ese país africano, para ocuparse de la situación de Garmirian y Guillou.