Descarta desbandada, pues dice tener “la titularidad en la relación laboral con la SEP”
En riesgo, las prestaciones de quienes se afilien a nuevo sindicato en el IPN: SNTE
Admiten líderes que hay inconformidad, pero es porque es una organización “plural”
El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), encabezado por Elba Esther Gordillo, lanzó ayer una advertencia a los trabajadores del Instituto Politécnico Nacional (IPN) que pretendan incorporarse a la nueva organización gremial, al señalar que esto no sólo significa una aventura política, sino un riesgo para el “disfrute cabal de todas sus prestaciones”.
Carlos Antonio Pérez y Felipe González Villegas, dirigentes de las secciones 10 y 11 del sindicato magisterial, respectivamente, fueron los encargados de fijar la posición institucional, en la que acusaron que la “toma de nota” que le otorgó el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje (TFCA) al Sindicato Nacional de Trabajadores del Instituto Politécnico Nacional (SNTIPN) es resultado de un dictamen que no pasó por ningún proceso de elecciones.
Así, reiteraron que no habrá una “desbandada” de las filas del SNTE como pronosticó el líder de la nueva agrupación, Silvio Lira Mojica, y afirmaron que el SNTE “tiene la titularidad de la relación laboral con la Secretaría de Educación Pública”.
Esto es porque Lira Mojica adelantó que en febrero de 2009 pelearán por obtener el control del contrato colectivo de trabajo del IPN.
Los dirigentes seccionales promovieron las bondades de estar bajo el cobijo del feudo de Elba Esther Gordillo, al hablar de “logros históricos en materia salarial, prestacional (sic) y de condiciones de trabajo”.
Citaron incluso los programas de basificación, rezonificación, retabulación de sueldos y prestaciones adicionales, como los grandes motivos por los que los trabajadores no deben buscar otro sindicato, pese a que éstos son derechos laborales.
En un exhorto que realizaron a sus compañeros para no abandonar las filas del SNTE, les pidieron “reflexionar” su decisión de incorporarse a cualquier otra organización “que signifique no sólo una aventura política, sino un riesgo para el disfrute cabal de todas sus prestaciones”.
Incluso se comprometieron a seguir impulsando mejoras en los salarios, las prestaciones, así como en los aspectos laborales y profesionales de sus representados.
Carlos Antonio Pérez manifestó a La Jornada que no temen al nuevo sindicato, aunque admitió que hay preocupación: “llama la atención cuáles son los móviles que generan esta búsqueda de una división en la clase trabajadora, lo cual nos expone frente a la autoridad educativa y laboral como un gremio fracturado, y eso no es cierto”.
Insistió en que a partir de la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que refrenda el derecho de los trabajadores a sindicalizarse libremente, “se ha expuesto al sindicalismo mexicano a una atomización”, y aunque admitió que hay inconformidad en el sindicato, la justificó con el argumento de que es un gremio complejo, diverso y plural.