El FMI exageró el ajuste del crecimiento mexicano al pasar de 3.1 a 2.9%, afirma
Descarta Agustín Carstens escalada de inflación; bajó de 4.1 a 3.8%, dice
Ampliar la imagen Guillermo Ortiz, Guillermo Prieto, el presidente Felipe Calderón, Agustín Carstens y Carlos Gómez, ayer en la inauguración de la Convención del Mercado de Valores, en la ciudad de México Foto: Cristina Rodríguez
México “no experimenta ni experimentará una escalada inflacionaria”, aseguró Agustín Carstens Carstens, secretario de Hacienda y Crédito Público. Al participar en la 18 Convención del Mercado de Valores, el funcionario afirmó que “a diferencia de lo que está sucediendo en otras economías, el comportamiento de la inflación en México no ha sido atípico”. Agregó que el impacto del alza en los precios de los productos agropecuarios en la inflación al consumidor “ha sido significativamente menor en México, que en otras economías del continente, dadas las condiciones de oferta, la composición del gasto de las familias y el entorno macroeconómico”.
El secretario de Hacienda comparó el efecto del alza de los precios agropecuarios sobre la inflación entre varias economías latinoamericanas. De diciembre de 2006 a septiembre de 2007, puntualizó, la inflación en Brasil se incrementó de 2.8 a 4.9 por ciento; en Chile pasó de 2.1 a 5.8 por ciento; mientras en México se redujo de 4.1 a 3.8 por ciento, “es la más baja entre las mayores economías de Latinoamérica” y se espera que el país tenga la menor inflación en 2007 dentro de este conjunto.
Agustín Carstens, quien en la más reciente reunión del Fondo Monetario Internacional (FMI) afirmó que ese organismo exageró su estimación sobre el ajuste en el crecimiento económico de México de 3.1 a 2.9 por ciento, afirmó que “el desempeño de la economía mexicana durante los últimos meses ha sido alentador”, y anticipó que en el tercer trimestre de 2007 “haya registrado una tasa de crecimiento anual cercana a 4 por ciento, frente a una tasa de 2.8 por ciento durante el segundo trimestre”.
El mayor crecimiento de la economía en México respecto de las cifras de la estadunidense, apuntó, “se sustenta en fortalezas relativas de la economía mexicana, específicamente en el sector vivienda, en el aumento de competitividad del sector manufacturero y en general en la fortaleza de la demanda interna y de las tasas de formación de capital”.
El funcionario reconoció que México no puede sustraerse del todo a los efectos de una desaceleración de la actividad económica de Estados Unidos, pero la economía mexicana se encuentra en una situación mejor que en 2001, cuando ocurrió la más reciente desaceleración en aquel país.
En ese sentido, enumeró tres diferencias. La desaceleración económica en Estados Unidos en 2001 se debió a problemas en su sector industrial y “hoy, por el contrario, la actividad industrial en los Estados Unidos es fuerte y con sólidas perspectivas”. Además, hay una muy estrecha correlación del sector industrial mexicano con el estadunidense.
En 2001, agregó, México estaba en medio de una contracción fiscal porque el precio del petróleo había disminuido, y hoy se observan altos precios del hidrocarburo que generan excedentes fiscales. En tercer término, hace seis años el sistema bancario mexicano “aún estaba convaleciente”, mientras ahora “la banca y el sistema financiero en general han crecido en forma sólida durante los últimos años”.
El secretario de Hacienda expresó que en el sector financiero las expectativas son buenas, precisamente por el “resurgimiento” del crédito a las empresas, y destacó los avances alcanzados en el mercado de valores. Pero también advirtió: “la Bolsa Mexicana de Valores debe estar orgullosa de sus muchos logros, pero tampoco debe cerrar los ojos ante sus deficiencias”.
Entre las últimas mencionó la relativa pequeña magnitud del mercado accionario, el escaso número de ofertas primarias de capital, “los altos costos de emisión”, así como “el tortuoso proceso de colocación” de valores en el mercado bursátil”.