Usted está aquí: lunes 29 de octubre de 2007 Política Al menos cuatro meses siguió la DEA al Tigrillo en México antes de capturarlo

Pese a informes sobre nexos de autoridades con capos, la PGR no hizo nada

Al menos cuatro meses siguió la DEA al Tigrillo en México antes de capturarlo

Se fortalece la versión de que el narcotraficante fue aprehendido en aguas mexicanas

Alfredo Méndez

Cuatro meses antes de que Francisco Javier Arellano Félix, El Tigrillo, líder del cártel de Tijuana, y Arturo Villarreal Heredia, El Nalgón, jefe de los sicarios de esa organización criminal, fueran detenidos presuntamente en aguas mexicanas por autoridades estadunidenses, la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) ya les seguía los pasos en nuestro país.

De hecho, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) logró documentar que las policías municipales de Mexicali y Tijuana, Baja California, brindaban protección a un grupo de secuestradores y asesinos a sueldo que trabajaban para los hermanos Arellano Félix.

Las autoridades federales mexicanas fueron informadas de inmediato por la DEA sobre las labores del grupo criminal, que se dedicaba a cobrar “derechos por uso de suelo” a todos los delincuentes que operaban en Baja California. Delincuente que se oponía al pago era levantado y ejecutado por los sicarios, los cuales rendían cuentas directamente a El Nalgón.

En abril de 2006, según consta en documentos judiciales de la causa penal 22/06-I, en poder de La Jornada, un informe de la DEA fue entregado a la Procuraduría General de la República (PGR). En éste se reproducen declaraciones de un testigo que se identificó como Juan Abdón Ponce González, quien señaló a autoridades estadunidenses que agentes de las policías municipales de las dos alcaldías, gobernadas por priístas, trabajaban para el narcotráfico, específicamente para el cártel de Tijuana.

“Conocí a Pilco Cárdenas Pérez, quien a mediados de 2005, a invitación de César David Chávez Sánchez, empezó a trabajar con él en una banda que se dedica al secuestro, el homicidio y el cobro de plaza en favor del cártel de Tijuana, principalmente en Mexicali”, indicó el testigo a la DEA.

Agregó: “era un subcomandante de la policía municipal de Mexicali, donde también prestó sus servicios Pilco Cárdenas, antes de que se fuera a la policía de Tijuana. Un día Pilco me invitó a un restaurante denominado El Sonorense, donde me presentó a un amigo que iba vestido de agente.

“En la comida (el testigo) les dijo que sí trabajaba con ellos 100 por ciento, a cambio de que le pagaran por cada jale en que ayudara. A cambio le dieron un número celular, al cual debía reportarse directamente con Octavio Salazar González, El Güero Jícamas, y con Arturo Villarreal Heredia, El Nalgón”, según consta en el informe de la DEA que se entregó a la PGR para que comenzara la indagatoria correspondiente en México.

La agencia antidrogas estadunidense también comentó a autoridades mexicanas en el informe confidencial –reproducido por la PGR en el expediente 22/06-I, como parte de un juicio contra narcotraficantes mexicanos– que tenía especial interés en la captura de El Tigrillo y El Nalgón para lograr el desmantelamiento del cártel de Tijuana.

“Hay registro de un grupo de personas que se dedica al secuestro y al narcotráfico en las ciudades de Tijuana y Mexicali, Baja California, en la célula comandada por El Güero Jícamas y El Nalgón, quien a su vez protege a El Tigrillo; siendo la captura de estos últimos de especial interés por ser la base del grupo delictivo”, informó la DEA.

En ese contexto, el 16 de agosto de 2006 se dio la captura, cerca de las costas de Baja California Sur, de El Tigrillo y El Nalgón. Los presuntos narcotraficantes viajaban en el yate Dock Holiday.

La DEA los detuvo después de varios meses de seguirles la pista en territorio mexicano. La agencia antidrogas estadunidense justificó la aprehensión indicando que se hizo en aguas internacionales, por lo que no requería permiso de las autoridades de México.

Sin embargo, Edgar Omar Osorio, capitán del navío donde las autoridades estadunidenses arrestaron a los narcotraficantes, ha declarado ante el gran jurado de California que la captura fue realizada en aguas territoriales mexicanas. De acuerdo con ese testimonio, ya con el barco bajo control, los agentes de Estados Unidos le pidieron llevar la embarcación a mar abierto para legitimar la aprehensión. Osorio asegura que el navío se encontraba originalmente a unas ocho o 10 millas náuticas de Cabo San Lucas. Según la Ley Federal del Mar (artículo 25), “la anchura del mar territorial mexicano es de 12 millas (22 mil 224 metros)”.

Javier Arellano Félix es considerado por la DEA y la PGR uno de los más importantes y sanguinarios capos de la droga en México. También se le responsabiliza de la red de túneles que fueron descubiertos en enero pasado en la frontera de Tijuana y San Diego. A través de éstos, el cártel de Tijuana habría podido introducir toneladas de cocaína, mariguana, heroína y metanfetaminas.

Arturo Villarreal Heredia es señalado por autoridades mexicanas como el responsable del asesinato del periodista del semanario Zeta, de Tijuana, Francisco Ortiz Franco, quien fue ejecutado en esa ciudad fronteriza en junio de 2004.

 
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