Usted está aquí: lunes 29 de octubre de 2007 Política Informe optimista opaca las “carencias” en Sedena

El 9 de octubre su titular dijo que su equipo es obsoleto

Informe optimista opaca las “carencias” en Sedena

Gustavo Castillo y Jesús Aranda

A pesar de que el Ejército Mexicano solicitó para 2008 una ampliación presupuestal de 32 mil millones de pesos para renovar su equipo, con el argumento de que es “obsoleto”, ya que carece de aeronaves, vehículos blindados, lanchas interceptoras y hasta de radares, su primer informe de labores en el gobierno del presidente Felipe Calderón asegura que con el presupuesto asignado para este año realizó acciones que contribuyeron a solventar sus “necesidades mínimas indispensables de mantenimiento, operación, producción, adquisiciones y obras”.

El documento, del cual posee copia La Jornada, refiere que durante este año la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) adquirió, entre otras muchas cosas, 616 equipos de radio para unidades de fuerzas especiales; equipo de sistemas de comunicación de diversas frecuencias en aras de “minimizar el impacto que tendría en las comunicaciones estratégicas de las instancias de seguridad nacional” la conclusión de la vida útil del satélite Solidaridad II, proyectada para el año 2008.

Cabe recordar que el titular de la Sedena, el general Guillermo Galván Galván, declaró el pasado 9 de octubre ante diputados federales que los equipos y materiales de guerra del Ejército Mexicano son “obsoletos” y que lo único que sirve es el armamento, los vehículos y aviones que lucen en los desfiles militares del 16 de septiembre. De ahí, sostuvo, la necesidad de aumentar en casi 100 por ciento el presupuesto de la dependencia que encabeza.

Sin embargo, las mencionadas necesidades contrastan con el contenido del primer informe de labores de esa institución, ya que en el documento no se alude de manera directa a un estado lamentable del material bélico.

Por el contrario, se trabaja en la adecuación de dos centros de comunicaciones móviles, como parte del “plan emergente a corto plazo de comunicaciones satelitales para las instalaciones de seguridad nacional”; se encuentra en proceso de “materialización el proyecto C4, que consiste en la instalación de centros de comunicaciones (comando, control, comunicaciones y cómputo) en 12 regiones militares”; se ha dado mantenimiento a 15 mil 327 vehículos del Ejército y la Fuerza Aérea; se fabricaron más de 6 millones de cartuchos y más de 105 mil granadas.

Asimismo, el informe precisa que se “dio especial atención a la adquisición de combustibles de aviación, refacciones y herramienta especial para el mantenimiento de material de vuelo y equipo de la Fuerza Aérea, además de que se observa un incremento sustancial en el capítulo (presupuestal) destinado a incrementar las capacidades técnicas y operativas de aeronaves de ala fija y móvil, así como su equipo de apoyo”.

El documento militar refiere que, durante las llamadas operaciones conjuntas que se realizan contra la delincuencia organizada en nueve estados de la República, la dependencia ha contado con un “mayor empleo de aeronaves para combatir al narcotráfico”.

Sin embargo, Galván Galván, durante su cabildeo directo sin precedentes ante los diputados, habría dicho a los legisladores que la flota de aviones de carga de la Fuerza Aérea Mexicana cumplió ya su ciclo de vida útil, y que los F-5 que le quedan llegarán a esa situación a partir del próximo año.

Asimismo, comentó que con los recursos adicionales que solicitaba se sustituirían esos aviones por F-16 y F-17, de fabricación estadunidense.

Como parte de la infraestructura con que cuenta la Sedena destacan “tres hangares de alta seguridad y seis plataformas normales con radares de largo alcance y equipos de vigilancia aérea, sistemas de comunicaciones e información radar de agencias gubernamentales nacionales y extranjeras”.

Para cumplir con su cometido, los aviones Embrear –145 y C26-A– sumaron más de mil 283 horas de vuelo, en un total de 378 operaciones. En ese rubro, según el documento, se destinaron en este año un total de 300 millones de pesos, sin contar los 50 millones 947 mil 822 pesos que la Procuraduría General de la República (PGR) le transfirió con motivo del acuerdo mediante el cual la Sedena se hizo cargo de todo lo relacionado con la erradicación de plantíos de enervantes.

Se debe mencionar que la Sedena obtuvo de la PGR un total de 58 aeronaves –50 helicópteros Bell 206 y 8 aviones Cessna–, diez bases aéreas, refacciones, equipo, mobiliario, equipos de comunicación y herbicida.

De ese material, según reconoce oficialmente la PGR, sólo 36 por ciento de las aeronaves transferidas estaban en situación operativa, según información obtenida a través del IFAI, asunto sobre el cual no hace mención alguna el texto.

El primer informe de labores de la Sedena destaca que el Ejército Mexicano pasó de la “coadyuvancia” y el apoyo a la PGR en contra del narcotráfico, a asumir la elaboración y puesta en marcha de la política en contra de este delito.

También resalta como uno de sus logros la elaboración de la “directiva para el combate integral al narcotráfico 2007-2012, considerado documento rector que establece el concepto estratégico para combatir frontal y eficazmente a este fenómeno en sus vertientes de erradicación, intercepción y lucha contra la delincuencia organizada”.

En ese sentido, a pesar de las presuntas carencias, mensualmente poco más de 45 mil efectivos de la Sedena se dedican a combatir el tráfico de estupefacientes, y para ello, en lo que va de esta administración, se han realizado 301 mil 855 patrullajes; de ellos, 294 mil 609 fueron terrestres, 3 mil 624 aéreos y 3 mil 622 marítimos.

Según la Sedena, sus acciones evitaron “la producción de más de 756 millones de dosis de diferentes tipos de drogas, y que los narcotraficantes obtuvieran ganancias superiores a 38 mil millones de pesos”

Otro de los comentarios del general Galván Galván, que causaron polémica, fue respecto de la necesidad de cambiar los radares que, según dijo, sólo operan tres horas al día, lo cual implica que cualquier nave fuera de ese periodo puede ingresar al espacio aéreo sin ser detectada.

Pero en su primer informe, la Sedena asegura que el Sistema Nacional Integral de Vigilancia Aérea (SIVA) “logró un promedio de cobertura radar de 48 por ciento del territorio nacional”, particularmente en las áreas de mayor incidencia en el tráfico de drogas por vía aérea, principalmente en el sureste y noreste del país.

Aunque el documento no precisa si esa cobertura dura apenas tres horas diarias, según la dependencia esa vigilancia se ha traducido en “un efecto disuasivo” que ha provocado una disminución “sensible” en el número de “aeronaves sospechosas” de transportar droga que se detectan procedentes de Centro y Sudamérica.

A pesar de ello, según el informe, este equipo “difunde en tiempo real la información de valor militar que contribuya al seguimiento de los blancos aéreos y su posterior intercepción y aseguramiento”.

Los otros recursos

A pesar del incremento en sus recursos presupuestales (24 por ciento más de 2006 a 2007), el Ejército ha sido una institución que apenas ha captado 14 mil 468 nuevos efectivos a sus filas del año 2000 a 2007, y eso que en ese mismo lapso sus escuelas de nivel licenciatura y técnico profesional recibieron un total de 32 mil 578 estudiantes.

En ese contexto, la Sedena ha visto disminuir en casi 75 por ciento el número de alumnos que han pasado por sus instituciones educativas, ya que mientras en el año 2000 se inscribieron 9 mil 972 estudiantes, en 2007 lo hicieron sólo 2 mil 505, de acuerdo con el anexo estadístico del primer Informe de gobierno del presidente Felipe Calderón.

 
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