Única
¿Divas? La Callas. Indiscutible. La Divina. Y en ocasión del trigésimo aniversario de su muerte, trágica como la de otros héroes jóvenes, como Jim Morrison: ambos murieron en su respectiva bañera parisina, solos, la disquera EMI Classics editó un álbum doble titulado acertadamente Maria Callas única, donde recopila los momentos más celebrados de esta soprano inconmensurable que tuvo una existencia de novela: al regalo divino de su voz le contrastó el sufrimiento y el dolor en la vida cotidiana.
Luego de su última decepción amorosa, cuando Aristóteles Onassis voló en pos de Jacqueline Kennedy, la Callas calló para siempre y vivió sus últimos días en soledad en un apartamento en París. Y eso es solamente una parte de una novela que está todavía por escribirse. Lo que sí escribió ella fue la parte gloriosa de su vida, y no lo hizo con papel y lápiz, sino con su voz, que quedó registrada para la posteridad y que está, en grabaciones restauradas, al alcance del oído y del corazón melómano.