Interpreta con la OFUNAM un programa que incluye la obra de John Williams
Alun Francis se rencuentra con la música de La Guerra de las Galaxias
El director galés colaboró en la banda sonora del primer filme de esa trilogía fílmica
“Mi nombre no aparece en los créditos a raíz de un trato que hice”, aclara
Ampliar la imagen Leonardo Mortera, sentado sobre la duela, tomó notas, anteayer, durante el ensayo de la OFUNAM en la Sala Nezahualcóyotl. El músico, actor y pedagogo participará como narrador en el par de conciertos que ofrece la OFUNAM este fin de semana Foto: Carlos Cisneros
Volver a encontrarse con la música de la película Star Wars (La Guerra de las Galaxias) tiene especial significado para el director Alun Francis, titular de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM).
Y es que pocos saben, e incluso no sería exagerado calificarlo de secreto, que el músico galés trabajó al lado del compositor John Williams en la creación de la banda sonora del primer título de la trilogía fílmica que produjo y dirigió George Lucas a finales de los años 70.
Por eso la conoce y le resulta entrañable cada vez que tiene oportunidad de programarla y dirigirla, como ocurrirá este fin de semana, dentro del tercer programa de la Temporada de Otoño de la OFUNAM.
Ganadora del Oscar en 1978, en la categoría de música original, la Suite sinfónica de Star Wars comparte cartel con otras piezas escritas también por autores estadunidenses y que tienen que ver con el ámbito dramático: Porgy and Bess, de George Gershwin, y las Danzas sinfónicas de West side store, de Leonard Bernstein.
A tres décadas de distancia y dado el gran éxito de la saga de Lucas y la música de ésta, Francis asume con sentido del humor que acaso se equivocó al aceptar un trato que le propusieron para borrar toda huella de su participación como orquestador en esa partitura.
“Me pagaron mucho dinero por ese trabajo, una cantidad sorprendente para una película y para ese año. Pero no sólo eso, sino que me dieron una cantidad aún mucho mayor para que nunca más escribiera música para otra película”, cuenta en entrevista.
“John Williams tenía un agente a quien atribuyeron como el orquestador, pese a que no sabía nada de escritura musical. Así evitaron que se pudiera ubicar quién había hecho ese trabajo y no lo contrataran para otra película. Por supuesto que tomé todo ese dinero y estuve satisfecho. Esa es la razón de que no aparezca mi nombre en los créditos”.
John Williams, talentoso y modesto
La participación de Alun Francis en la creación de la banda sonora se dio a invitación directa de John Williams.
“Era 1976, George Lucas había comenzado a finales de 1975 la filmación de la película y Williams me llamó para pedirme que orquestara las partituras del nuevo filme; algo sobre el espacio, me dijo, algo que no se había escuchado antes. Me aclaró que sólo disponíamos de seis semanas.”
Fue así como, al lado de un compositor más, tomaron como cuartel de operaciones un muy exclusivo hotel de Londres, al que debieron quitarle las ventanas de la habitación del último piso para poder meter los tres pianos que ocuparon.
“El modo de escribir música para película ha cambiado mucho, porque ahora se puede tener un video del filme y sentarse y verlo varias veces, pero en aquellos años uno tenía que ver directamente la película, lo cual es muy incómodo y dificulta la labor”, comenta.
“Williams se la pasaba en un gran cuarto, escribiendo. Es increíblemente talentoso, pero muy modesto, porque cuando se le hacía una observación sobre lo brillante o hermoso de cierta parte, respondía que se la había plagiado a Prokofiev, y ante otra observación de esa naturaleza, decía que se la había robado a Elgar.
“De repente salía de su cuarto, en un arranque, y decía que hiciéramos determinada cosa. Por ejemplo, una escena con la Princesa Leia cuya música escribió detrás de un sobre y, después de tarareárnosla, nos pidió lo tradujéramos y que lo hiciéramos de ¡cuatro minutos!, cuando sólo nos había dado ¡tres acordes! Esa fue la dinámica de seis semanas.”
Para Francis resultan todavía muy nítidas las imágenes de las 25 sesiones de grabación con la Orquesta Sinfónica de Londres, lo divertido y laborioso que fue el trabajo, tener que corregir sobre las rodillas, al momento.
“Era sorprendente todo, el tono de la película y el de la música. Teníamos que ser cuidadosos y estar muy concentrados. El productor de la música, al igual que de la película, era George Lucas, y sabía exactamente lo que quería.
“Por ejemplo, para la escena de la cantina teníamos tres propuestas y él eligió una, pero no estaba del todo satisfecho; decía que lo que habíamos hecho, algo con percusiones caribeñas, le sonaba muy normal y que necesitaba algo no humano.
“Requería algo que sonara como del espacio, un lugar en el que había monstruos de dos o tres cabezas, cosas volando alrededor. Entonces pasamos la pieza por un filtro y le quitamos ciertas frecuencias, para finalmente lograr el resultado deseado.”
Entre los aspectos anecdóticos, recuerda lo amargo que fue el rodaje para el actor que interpretó a Darth Vader, David Prowse, quien con su 1.85 metros de estatura y un físico atlético debió acceder finalmente a que su voz fuera superpuesta por la del también actor, James Earl Jones, porque la suya era muy aguda, “como la de un bebé”.
Tras aclarar que conoce toda la música de Star Wars pero que no es una autoridad, Francis resalta cómo Williams preveía los alcances de la música que escribió para esa película.
“Del tema de la Princesa Leia, por ejemplo, decía que era demasiado romántico, muy meloso, que le hacía falta algo de pimienta, de candela. Temía ser objeto de la crítica, que lo calificaran de anticuado. Estaba nervioso por eso y tuvimos que cambiar esa parte, para lo cual se invirtió mucho dinero.”