La Gioconda es un catálogo de perfecciones, señala el humanista Eulalio Ferrer
Nadie se equipara a Leonardo “como suma de genialidades”
“El renacentista, la Torre Eiffel y el Che Guevara son los máximos mitos de la cultura popular”
La sonrisa eclipsa otros aspectos de la obra, indica el autor del libro Da Vinci y la Mona Lisa
Ampliar la imagen “Era de esperarse que Leonardo recurriera al uso de una sonrisa femenina modesta y satisfecha para reflejar la belleza y la virtud de su modelo”, manifestó el escritor, publicista y humanista Eulalio Ferrer, ayer, en entrevista con La Jornada Foto: Carlos Cisneros
El escritor y humanista Eulalio Ferrer Rodríguez indica que Leonardo da Vinci es el genio de todos los tiempos, que sólo es comparable en un área específica con Albert Einstein.
“Nadie ha tenido la extensión creadora del genio del Renacimiento que fue pintor, creador de armas de guerra y vislumbró el avión. No hay figura que asemeje a Leonardo como suma de genialidades, porque es la gran figura humana de la creación.”
A propósito de su más reciente libro, Da Vinci y la Mona Lisa, editado por el Fondo de Cultura Económica, Ferrer expresó que el retrato de la Gioconda es una suma de perfecciones del artista florentino, quien terminó de pintar la obra en cuatro años, y en vez de entregarla a Francesco del Giocondo, se la llevó consigo a Milán, Roma y Francia, donde la entregó al rey Francisco I.
Ferrer explicó que la fama mundial de la Mona Lisa surgió a partir de diversas especulaciones que empezaron con Georgio Vassari, quien dio un valor grande a Leonardo y creó una historia de la Mona Lisa.
Los diversos misterios que rodean a la modelo tiene como punto de partida que fue una señora embarazada, que le retocaron las cejas; fue la pintura en la que Leonardo tenía bufones animando su estudio con música y canciones mientras retrataba a la Gioconda; fue realmente la imagen de una mujer o de un hombre, o quizá ha sido una idealización del propio artista.
Imagen idealizada de la feminidad
De acuerdo con Eulalio Ferrer, la obra es un ejemplo de perfección artística, y desafía todas las críticas e hipótesis. “La Mona Lisa tiene los elementos que se requieren para ser popular. En la conclusión del libro planteo que es el símbolo más importante de la cultura popular y la imagen idealizada de la feminidad”.
Agregó que los únicos que disputan ese símbolo a la Gioconda son la Torre Eiffel y el Che Guevara. “Son las tres imágenes más frecuentes en la cultura popular; son los tres grandes mitos de nuestro tiempo”.
El libro plantea una pregunta que se han hecho muchos, sobre todo, los críticos: ¿Leonardo da Vinci fue más famoso por ser autor de la Mona Lisa o la Mona Lisa es famosa porque es una obra de Leonardo?
Al respecto, Ferrer expresó que Leonardo da Vinci fue famoso y lo hubiese sido con o sin la Mona Lisa, pero evidentemente la obra fue un acelerador y una proyección popular que no hubiera tenido el artista.
El escritor comentó que primero le atrae la figura de Leonardo y después la Mona Lisa como símbolo de la cultura popular, que inclusive tiene un club en París, donde cada uno de sus integrantes debe realizar una interpretación de la Gioconda y su famosa sonrisa.
“En el club existen 200 interpretaciones, algunas serias y otras cómicas, que son las que más predominan. En la actualidad, las personas ven a la Mona Lisa sin saber quién es el autor ni qué significa esa obra”, explicó el miembro de la Academia Mexicana de la Lengua.
Personajes fronterizos
El autor de Los lenguajes del color señaló que la Mona Lisa es artículo de ilustración de grandes campañas publicitarias.
Asimismo, recordó la publicidad que realizó para la tienda departamental Suburbia, en la que el símbolo de moda y feminidad fue la Gioconda.
“La Mona Lisa, independientemente de otros tributos, es símbolo de feminidad, a pesar de las especulaciones de que pudiera ser un joven y no una joven.”
Para el humanista, hoy sería imposible dominar tantas disciplinas a la vez porque estamos bajo el signo de la velocidad, que atropella el genio y obliga a realizar muchas cosas que no son buenas.
Al referirse a las explicaciones de la sonrisa de la Gioconda, Eulalio Ferrer indicó que el gesto como imagen y símbolo se ajusta a las ideas de la época acerca del encanto femenino. “Era de esperarse que Leonardo recurriera al uso de una sonrisa femenina modesta y satisfecha para reflejar la belleza y la virtud de su modelo”.
Expresó que por desgracia el protagonismo de la sonrisa ha eclipsado otros aspectos de la obra que merecen una mención especializada, como el paisaje en el que se reflejan los estudios de Leonardo da Vinci en hidráulica y geología.
El humanista plantea, en el prólogo de su libro, que las historias del artista florentino y la Gioconda son sorprendentes.
“Leonardo y la Mona Lisa resultan importantes por muchas razones, pero sobre todo porque son personajes fronterizos, zonas donde se intersectan la alta cultura y la cultura popular; la historia y el mito; la ciencia y el arte; la realidad y la ficción.
“En ellos se entrecruzan, también, el relato de la historia del arte con los relatos íntimos de nuestras vidas particulares, nuestras inquietudes y aspiraciones secretas.”