Vaticinan sondeos amplio triunfo de Cristina Fernández
Denuncian campañas sucias, a horas de comicios en Argentina
Ampliar la imagen Trabajadores del servicio postal revisan en la ciudad de Buenos Aires las cajas que contienen la papelería electoral que será utlizada en las presidenciales de este domingo Foto: Ap
Buenos Aires, 26 de octubre. A 48 horas de las elecciones presidenciales en Argentina, ocho de las nueve encuestadoras del país ratificaron que Cristina Fernández de Kirchner, candidata del oficialista Frente para la Victoria, ganará en primera vuelta, con margen de entre 42 y 48 por ciento de votos.
Sólo una firma demoscópica atribuye el triunfo con menos de 40 por ciento de sufragios a la esposa del presidente Néstor Kirchner (2003-2006).
Esos pronósticos son los que las empresas de opinión pública difundieron antes de los comicios, ya que este viernes comenzó la veda proselitista y la doble jornada de reflexión, de cara a las elecciones.
En un distante segundo lugar se ubicaría Elisa Carrió, de la opositora Coalición Cívica, quien conseguiría entre 16 y 30 por ciento de votos.
Con esto, Fernández de Kirchner tendrá ventaja de 10 o más puntos porcentuales sobre su contendiente más cercano y evitará así la segunda vuelta, conocida aquí como ballotage.
Aunque Carrió aumentó puntos respecto de mediciones anteriores no llega a más de 20 por ciento, pero según los nuevos datos ampliaría su diferencia sobre Roberto Lavagna –ex ministro de Economía–, de Una Nación Avanzada.
Pese a que oficialmente se inició el periodo de reflexión, los equipos políticos de algunos aspirantes no han dejado de hacer campañas sucias con el envío, por correo electrónico, de encuestas falsas, que son atribuidas a firmas conocidas.
Entre los que han recurrido a estas prácticas están los sectores derechistas pro dictadura y la oficina de prensa del Frente Justicia y Libertad, cuyo candidato es Alberto Rodríguez Saá, gobernador de la provincia de San Luis.
Las redes de Internet, que utilizan defensores de los militares y policías de la pasada dictadura militar, llaman a sufragar por Rodríguez Saá y reivindican al ex presidente Carlos Menem.
Entre los elementos clave de esta elección está la pregunta de si podrá recuperarse un peronismo renovador, que rompa finalmente con los sectores derechistas del mismo, que contribuyeron a la destrucción nacional durante la década del menemismo (1989-1999).
En materia de política exterior, llama la atención que candidatos opositores, como Carrió y Lavagna, no hayan hablado del tema, pero en ambos casos no sería favorable a la actual integración del Mercado Común del Sur, pues marcaría diferencias con Venezuela, distancia respecto de los gobiernos de Bolivia y Ecuador, y cercanía con Estados Unidos, especialmente sobre el tema cubano.
Carrió visitó hace poco al presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, para marcar diferencias con el gobierno de Kirchner en el tema de la papelera finlandesa Botnia; ahí habló de una posición “civilizada” de diálogo, que nunca dejó de existir entre ambos gobiernos.
Sin embargo, Kirchner fue quien cumplió un papel determinante cuando decretó día de asueto para los miles de trabajadores uruguayos que viven en Argentina, la mayoría simpatizantes del Frente Amplio, para que pudieran ir a votar a su país en 2005, cuando resultó electo Vázquez. El gobierno argentino ayudó además a su transporte.
Los comicios también quedan expuestos cuando figuras como Jorge Sobisch, quien como gobernador de Neuquén reconoció haber ordenado la represión que terminó con el asesinato del maestro Carlos Fuentealba en abril pasado, se presenta como candidato a presidente sin ningún pudor y sin la intervención de la justicia.
Lo mismo sucede con la habilitación del ex comisario Luis Patti, acusado en varios juicios por delitos de lesa humanidad durante la dictadura, quien se presenta en la provincia de Buenos Aires como candidato a gobernador.
Por la izquierda el más cuestionado es Raúl Castells, cuya ambigüedad política, en el marco de una carrera apoyada por medios y sectores de la derecha, terminó con su historia de líder de desocupados, que nunca fue del todo auténtica.
Los emergentes resultan Proyecto Sur, que lleva como candidato al cineasta Fernando Pino, y Angel Cadelli, ingeniero que estuvo al frente de la resistencia contra la privatización del Astillero Río Santiago.
Asimismo, como aspirante a diputado por Diálogo por Buenos Aires el periodista y escritor Miguel Bonasso, acompañado por la actriz y cantante socialista Susana Rinaldi, se convierte en otro polo, en este caso unido a la lista oficial que encabeza Cristina de Kirchner.
También figura como candidato a senador Daniel Filmus, quien ya con este grupo hizo una excelente elección ocupando el segundo lugar en las recientes elecciones a la jefatura gobierno de la ciudad de Buenos Aires, que ganó el empresario de derecha Mauricio Macri.
Para este domingo, en un hecho insólito los principales partidos de oposición acordaron llevar un conteo común y compartir información para “evitar un eventual fraude” del que nadie habla aquí.
Analistas locales afirman que eso podría ser utilizado para adelantar resultados en mesas donde se sabe que podría ganar algún opositor y generar dudas sobre el proceso electoral.