No descarta que la sombra de Calderón nuble el Consejo Nacional, que hoy se reúne
Unidad y divergencia son un “hilo muy fino” dentro del PRD, dice Leonel Cota
A unas horas de que arranque el proceso de elección interna de la próxima dirigencia nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el líder de éste, Leonel Cota Montaño, admitió que la unidad y la divergencia son un “hilo muy fino” dentro del instituto político.
En entrevista, manifestó que será muy complicado que alguna fuerza política externa se inmiscuya, pero “en un proceso donde se convoca a cientos de miles de militantes (...) siempre habrá riesgos”, y no faltarán quienes deseen “meter lumbre a la hoguera”.
Cota Montaño no descartó que en el Consejo Nacional que hoy y mañana sesionará, la sombra de Felipe Calderón esté presente, aunque su rechazo como presidente legítimo haya sido asumido por la máxima instancia del partido, el congreso nacional, como la línea política del sol azteca.
“Hay temas que desde luego estarán presentes, porque formalmente se inicia el proceso de renovación de la dirigencia, pero tendremos la responsabilidad de conducirlo con equilibrio y, desde luego, con la transparencia que se necesita para que concluya bien.”
No estamos exentos de riesgos, que “siempre los ha habido en los procesos internos del PRD, pero lo fundamental de este consejo es que no habrá contratiempos y desencuentros”, estimó el ex gobernador de Baja California Sur.
Aunque se debata sobre la línea política del partido, argumentó, ésta no puede ser modificada más que en otro congreso nacional, en caso de que algunos perredistas “tengan el valor y sepan decir a tiempo que el partido debe llegar a un acuerdo con Calderón”. Hasta ahora, subrayó, ese asunto está resuelto: ha sido rechazado.
–Pero si algún perredista reconoce a Calderón, ¿sería sujeto a una sanción?
–Es una decisión personal, aunque, desde luego, sería una violación abierta a los acuerdos del congreso nacional, que en ningún sentido el PRD podría aceptar. Tendría que ser tema de sanción porque es la línea política del partido.
Aseguró que por el momento no hay temas que “puedan ser objeto de división interna”, aunque en el instituto político, aceptó, “la unidad y la divergencia siempre han sido un hilo muy fino”.
–¿Qué fuerzas podrían meter la mano en el proceso interno? ¿O están blindados frente a esta posibilidad?
–En un proceso donde se convoca a miles de militantes para elegir a quien será el nuevo dirigente siempre habrá riesgos, pero lo cierto es que la base de la elección será el padrón, que será auditado por alguna institución, como la UNAM, el Politécnico (u otra), y se entregará a todas las expresiones y a todos los aspirantes, y nadie podrá votar si no está en la lista.
“No va a ser una elección abierta y será muy complicado que una fuerza política, en determinado estado, decidiera tomar partido en favor de alguno de los aspirantes. Seguramente habrá tentaciones, pero no hemos tenido evidencia de intervención de ninguna fuerza externa o de algún gobierno opositor.”
Anunció que no admitirá presiones para tener encuentros con quienes aspiran a sucederlo en el cargo (hasta el momento Camilo Valenzuela, Alejandro Encinas, Ricardo Monreal y Jesús Ortega). Cuando lo decida, agregó, “convocaré a reuniones generales y particulares”.
Evidentemente “será una competencia dura (...) pero al final el partido termina cerrando filas, y aunque nuestra unidad puede ser puesta en duda los acuerdos se toman por unanimidad”, y “levantaremos la mano a quien la militancia elija”.