Usted está aquí: viernes 26 de octubre de 2007 Sociedad y Justicia Incertidumbre y tensión en la UAM por el destino del predio El Encinal

La ASF señala probable responsabilidad del ex rector Mier y Terán en anomalías

Incertidumbre y tensión en la UAM por el destino del predio El Encinal

En ese terreno se erigiría la cuarta unidad académica de esa casa de estudios

Laura Poy Solano

Ampliar la imagen Vista del predio El Encinal, en Cuajimalpa Vista del predio El Encinal, en Cuajimalpa Foto: Carlos Ramos Mamahua

A la espera de que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) dé a conocer a la opinión pública el informe definitivo sobre la auditoría de la Cuenta Pública 2005, que por ley debió presentar el pasado 15 de octubre a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, prevalece un clima de tensión entre integrantes de la comunidad académica y de los órganos colegiados de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), ante la “inminente” aplicación de sanciones resarcitorias por presuntas irregularidades en la adquisición de un predio, denominado El Encinal, donde se instalaría la cuarta unidad académica, y por el cual se pagaron 187 millones de pesos del erario.

Luego de que la ASF dio a conocer públicamente, el pasado 29 de marzo, los resultados de la auditoría especial 05-4-99A2M-06-129, en la que formula cinco recomendaciones de responsabilidad administrativa sancionatoria, seis más de carácter preventivo y un pliego de observaciones, debido a que esa casa de estudios “no cumplió con las disposiciones normativas aplicables a la autorización y adquisición de bienes inmuebles”, fuentes cercanas a la UAM aseguraron que predomina un escenario de “incertidumbre, malestar e inconformidad, pues a pesar del compromiso de transparencia de la actual administración, la información fluye a cuentagotas, en el mejor de los casos”.

Destacaron que el reciente despido de un funcionario de alto nivel, señalado en las observaciones del órgano fiscalizador, es parte de una “estrategia de camarilla”, debido al creciente enfrentamiento entre grupos de poder dentro de la institución, luego de que trascendió que el actual rector general, José Lema Labadie, presentó el pasado 15 de junio una denuncia ante la Procuraduría General de la República, radicada en la mesa 20 con número de averiguación previa AP52/ UEIDSPCAJ/2007, por probable daño patrimonial a la institución.

Tras conocerse las observaciones de la ASF en la que se determinan presuntas “irregularidades” y se señala la probable responsabilidad del ex rector general de la UAM, Luis Mier y Terán, del contralor y abogado general de la institución, así como de los siete integrantes del patronato de la UAM que autorizaron la compra de El Encinal, aseguraron que se agudizó el clima de confrontación e incertidumbre, pues la actual administración, “lejos de buscar un acercamiento con los órganos colegiados para asumir decisiones consensuadas, se fue por la libre, pues no informó con qué elementos se decidió presentar una denuncia ante la PGR y en contra de quiénes, para la cual se contrataron los servicios de un despacho legal, sin antes comunicarlo a los organismos de decisión de la universidad”.

A ello se suma, agregaron fuentes de esa casa de estudios, la posible presentación del caso ante la Secretaría de la Función Pública, e incluso del inicio de un proceso de reversión de la operación de compraventa de El Encinal, “lo que implica una gran inversión de recursos y tiempo, aunque con un resultado totalmente incierto, sin que por otro lado se haya dado respuesta a la demanda de la ASF de dar uso a los predios adquiridos por 187 millones de pesos del erario, pero de los que no se tiene autorizado uso de suelo para realizar actividades académicas o de enseñanza”.

Escasa información e impunidad

En lo que ha sido calificado por académicos y funcionarios universitarios de una “larga historia de tropiezos”, la creación de la UAM-Cuajimalpa y la adquisición de un terreno de 12.5 hectáreas en la zona boscosa de La Venta, en la delegación Cuajimalpa, en marzo de 2005, autorizados durante la administración de Mier y Terán, actual director adjunto de Desarrollo Científico y Académico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, ha sido un proceso “cerrado a la comunidad, pues nunca se ofreció información completa ni un debate abierto para enriquecer el proyecto, con las consecuencias que todos conocemos, y que sin duda afectarán no sólo el patrimonio, sino también la imagen y credibilidad de la institución”.

De acuerdo con las actas aprobadas en las sesiones 286 y 287 del Colegio Académico –integrado por representantes de las 12 divisiones que conforman las cuatro unidades universitarias–, realizadas los pasados 9 y 18 de mayo, respectivamente, donde se abordó el informe del órgano fiscalizador, destaca la demanda de información y aclaración de los procesos que deberán seguirse para dar respuesta a la ASF, pero también la demanda de mayor información para garantizar una “amplia discusión con nuestros representados”.

En la sesión 287 (urgente) del Colegio Académico del 18 de mayo, integrantes de la comunidad académica expresaron su preocupación ante las condiciones de “impunidad” que prevalecen en la institución por actos que pueden dañar el patrimonio e imagen pública de la universidad.

En el acta circunstanciada (trascripción literal) de la sesión, Luis Ramón Mora, ex director de la División de Ciencias y Artes para el Diseño de la UAM-Azcapotzalco, quien afirmó haber vivido “muy de cerca” el proceso de creación de la UAM-Cuajimalpa, destacó que luego de que el ex rector Mier y Terán informará sobre la donación por parte del Gobierno del Distrito Federal de un predio para la instalación de la UAM-Cuajimalpa, que después enfrentó un litigio, la universidad “optó por comprar un predio en un proceso, donde este órgano colegiado, al igual que otras instancias, no tuvo conocimiento de los detalles, entre otros, de que ese lote (El Encinal) no tenía uso de suelo para construir la cuarta unidad Cuajimalpa (…), lo cierto es que aquí, en este colegio se preguntó en varias ocasiones al rector (Terán), si había uso del suelo y afirmó que sí tenía uso del suelo autorizado”.

Agregó que en la última sesión del colegio académico, en la que participó Mier y Terán como rector general, también se le cuestionó sobre la denuncia presentada por vecinos de la zona y la posible intervención de la ASF; “me dijo que eso estaba finiquitado, y que era una calumnia, y desde aquí quiero decir como universitario que la calumnia fue del entonces rector, está en las actas y está circunstanciado. Esa información fue ocultada no sólo al colegio, sino a otras instancias, que después generó una serie de especulaciones que nos han llevado a la situación que vivimos”.

La creciente preocupación de la comunidad académica, aseguraron fuentes de la UAM, se suma al malestar entre integrantes de la Junta de Gobierno, pues se “quejan de que la actual administración no ha presentado toda la información sobre las acciones emprendidas para solventar las observaciones de la ASF, y cuya conclusión final podría representar un duro golpe no sólo a la institución, sino al conjunto de las universidades públicas”.

 
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