La cuarta parte de las enfermedades, por la exposición a los agentes ambientales
Considera ONU que la humanidad peligra debido al cambio climático
América Latina es la zona más afectada por causa de los gases de efecto invernadero, según informe
Ampliar la imagen Uno de los retos más importantes de la humanidad es lograr una adecuada distribución de los alimentos. En la imagen, ancianos pobres de India esperan en un templo religioso que les obsequien un poco de comida Foto: Ap
El cuarto informe de Naciones Unidas sobre las perspectivas del medio ambiente mundial (Geo 4) advierte que la humanidad está en riesgo por el reto que significa alimentar a la población ante un panorama pesimista en la materia: 60 por ciento de los ecosistemas del mundo están degradados, las especies se extinguen 100 veces más rápido que antes y para atacar el cambio climático se deben reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) entre 60 y 80 por ciento.
En la presentación sobre América Latina del informe, el director regional, Salvador Sánchez, sostuvo que en la zona la deforestación es creciente y 66 por ciento de la pérdida de cubierta forestal ocurrió en esta región del planeta en las dos décadas pasadas, continúa la tendencia de reducción de disponibilidad de agua dulce, sólo se maneja adecuadamente 23 por ciento de la basura y 90 por ciento de las aguas residuales van a dar a ríos y océanos sin ningún tratamiento.
El documento sostiene que ya se tiene evidencia “visible e inequívoca” de los efectos del cambio climático, así como el consenso de que la actividad humana ha sido decisiva en el calentamiento global. Enfrentarse al cambio climático a escala global “requerirá de deseo político y liderazgo”, y únicamente con medidas drásticas se reducirán las emisiones procedentes de la energía, el transporte y el uso del suelo.
El estudio elaborado por 390 expertos de todo el mundo y revisado por otros mil, sostiene que la adaptación a los cambios esperados es la prioridad mundial y a la vez destacan que existe una “notable falta de urgencia a la hora de enfrentarse a las emisiones de GEI, así como una notable falta de urgencia mundial, desgraciadamente inadecuada”.
El Geo 4 refiere que la urbanización sigue a pasos agigantados y este año ha sido el primero de la historia en el que la mayor parte de las personas vive en ciudades; “otros puntos de presión incluyen los bosques, amenazados en todo el mundo por las crecientes demandas humanas”.
Señala que “la sexta gran extinción está teniendo lugar, esta vez provocada, no por desastres naturales, sino por el crecimiento de las poblaciones humanas y por los patrones de consumo. Las poblaciones salvajes están cayendo y se cree que la diversidad genética también está disminuyendo”.
Advierte que la salud de la población se ve afectada por los cambios provocados por el hombre en el medio ambiente y casi una cuarta parte de las enfermedades se debe a la exposición a agentes medioambientales. Señala a la contaminación atmosférica en las ciudades como uno de los problemas medioambientales más extendidos; “más de 800 mil personas mueren prematuramente debido a las partículas suspendidas”.
Salvador Sánchez, autor del capítulo de América Latina del informe, indicó que está región tiene capacidad limitada para hacer frente al cambio climático y será la más afectada por este fenómeno. Precisó que de las emisiones de GEI globales, la zona aporta 5 por ciento del total. “Los efectos del problema se empiezan a observar con el derretimiento de los glaciares en la Patagonia; la frecuencia de los huracanes, sobre todo en el Caribe y el Golfo de México”.
Aseveró que las principales prioridades en América Latina y el Caribe son el crecimiento urbano no planificado, las amenazas a la biodiversidad, el daño costero y contaminación marítima, y la vulnerabilidad al cambio climático.
El Geo 4 señala que “el bienestar de miles de millones de personas en el mundo en desarrollo está en juego, dado el fracaso para remediar los relativamente simples problemas contra los que se ha luchado exitosamente en otras partes”. Indica que “tal vez el mayor reto es el diseño de políticas que se dirijan al manejo sostenible, tanto en los activos naturales como los sociales”.
Destaca que los eventos climáticos extremos se han incrementado en las pasadas dos décadas, y “el daño económico está creciendo, en parte porque más gente está en riesgo. La falta de capacidades para adaptarse y la falta de sistemas de observación y monitoreo, construcción de capacidades y marcos políticos, instituciones y tecnológicos apropiados, ponen trabas a la habilidad de la región para mitigar y adaptarse al cambio climático”.
Este informe se publica 20 años después de que la Comisión Mundial para el Medio Ambiente y el Desarrollo produjera el documento Nuestro futuro común, y describe los cambios ocurridos en el planeta desde 1987.