Realizarán la tercera Semana Trinacional de Gastronomía y Cultura Mexicana
Exportar insumos, reto de los restauranteros mexicanos en EU
El Día de Muertos enmarcará la actividad con el tema Licores y moles, identidad y orgullo
La celebración, estrategia efectiva de enlace binacional, dice Adrián Marcheli, del CNCA
Ampliar la imagen Llevar la materia prima es complicado; por ejemplo, para preparar un mole se necesitan 25 ingredientes Foto: Archivo
“El aumento del consumo de comida mexicana en Estados Unidos no es sólo incremento del gusto por nuestros productos, sino parte de un proceso inexorable de penetración cultural desde México hacia allá”, afirmó Gustavo Velázquez de la Fuente, presidente de la Fundación para la Productividad del Campo AC.
Agregó que el desafío es “cómo hacer para que esto derive en beneficios a nuestra comunidades; tenemos que buscar tecnologías para exportar insumos y poder subirnos al carro del progreso”.
Como él, empresarios, activistas y funcionarios comienzan a buscar las maneras de sacar provecho de este fenómeno, algunos con conocimientos del caso y otros sorprendidos ante las cifras que llegan desde el otro lado: 90 mil restaurantes ofrecen comida mexicana en Estados Unidos y Canadá; 10 por ciento de los trabajadores de esa industria son personas nacidas en México y las empresas de hispanos en este sector crecieron 30 por ciento durante los pasados cinco años.
Este día de muertos servirá de ensayo, porque del 27 de octubre al 3 de noviembre se realizará la tercera Semana Trinacional de Gastronomía y Cultura Mexicana, con el tema Licores y moles, identidad y orgullo, anunciaron el Instituto de los Mexicanos en el Exterior (IME), el Consejo para la Cultura y las Artes (CNCA), la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), la Fundación para la Productividad del Campo y el gobierno de Oaxaca.
El éxito de la gastronomía mexicana en Estados Unidos y Canadá es “un fenómeno, una nueva cultura que a veces no es muy visible”, indicó Adrián Marcheli, del CNCA.
Y ahora “tomamos las fiestas populares como estrategia un poco mañosa, pero efectiva”, para “que la cultura sea un aglutinador no sólo de remesas, sino también de enlace binacional”, agregó.
Aquí y allá
Convocados por los consulados mexicanos, decenas de restaurantes de Estados Unidos y Canadá y unos cien de esta capital participarán en el festival.
Veinticuatro de las empresas locales realizaron una muestra de lanzamiento, entre ellos los ya consagrados Arroyo, Potzolcalli, Tok’s y El Campanario.
También La Fonda del Recuerdo, que cocina platos jarochos desde hace 50 años; El Mesón Antigua Santa Catarina; La Guelaguetza; El Huequito; La Cabaña de San Pedro Atocpan, y el Ehden, tradicional restaurante libanés que para esta ocasión creó platillos híbridos como el kepe bola con mole y jocoque con tequila.
Con 72 años de existencia y cinco generaciones dedicadas a su elaboración, El Huarache Azteca presentó una amplia variedad de huaraches, incluida la “cajita aztequín”, una pirámide de cartón con su comida, gelatina y juguetes “para hacerle la competencia a MacDonalds”.
Además, Jimmy’s, con tepache de pulque; El Chisme, con lasaña de mole; el Café el Nacional, con la popular bebida de olla, y México Lindo y Qué Rico, con la especialidad del café porfiriano.
Algunos de ellos analizan la posibilidad de extender sus negocios hacia los países vecinos, pero se topan con dificultades y mucho camino por trazar.
El problema de los insumos
El mayor pendiente para el crecimiento de esta industria es facilitar la importación de materias primas que hoy llegan a Estados Unidos encarecidas y degradadas, reclaman desde hace ocho meses los cerca de 50 empresarios mexicanos migrantes agrupados en la United States Mexican Restaurant Association.
Y ese problema repercute también de este lado, porque frustra los planes de muchos empresarios gastronómicos, quienes dudan de crecer más allá de las fronteras.
“Lo estamos checando”, respondió Rodrigo Hernández de El Huarache Azteca; “a corto y mediano plazo no, a partir de 2009 puede ser”, afirmó Sergio Pérez, de Tok’s: “a futuro la idea es extenderse, pero dicen que la importación de insumos es más o menos complicada”, agregó Ángel Martínez, de la Fonda el Recuerdo.
“Sí se intentó, pero fue difícil por falta de dinero y porque, sobre todo, llevar materia prima es complicado: imagínate si hablamos de un mole que tiene 25 ingredientes”, respondió Rodolfo Alcántara de México Lindo y qué Rico.
Autoridades y representantes del sector dan algunos pasos, pero aún no existen estrategias concretas para facilitar la provisión de insumos, indicó Daniel Loaeza, de Canirac.
En breve se efectuarán cursos e intercambio de chefs, “pero estamos tratando de conseguir apoyo de las secretarías de Turismo y de Relaciones Exteriores, así como del Banco de Comercio Exterior con el propósito de establecer canales constantes, económicos y rápidos de comercialización, porque no es tan fácil irte y poner un restaurante allá”, indicó Daniel Loaeza, de Canirac.
“Hay un trabajo importante que hacer y la autoridad del Estado mexicano está dejando mucho qué desear”, apuntó Velásquez de la Fuente al comentar que empresarios mexicanos en Estados Unidos han pagado hasta 200 dólares por un kilo de flor de calabaza.
En enero de 2008 entrará en vigor la última etapa del Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), con apertura total de algunos productos estadunidenses hacia México, pero los restauranteros no saben aún qué beneficio les significará este cambio.
“Tendremos que analizar la serie de productos que están con un estigma, pero estoy seguro que en la refirma del tratado vamos a quedar exentos prácticamente de todo”, sostuvo el representante de Canirac.