Financió cuando mucho a 10 corporativos, afirma el director general de la institución

Bancomext está en situación de quiebra, admite Mario Laborín

Se toman medidas para corregir la situación; los créditos cayeron 61% en los pasados 16 años

Las desviaciones en el banco se agudizaron tras el error de 94, porque allí estaban los dólares

Antonio Castellanos

El director general de Nacional Financiera (Nafin) y del Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext), Mario Laborín Gómez, afirmó que esta última institución se concentró en pocas empresas y financió a cuando mucho 10 corporativos. Su situación es muy similar a la de Nafin, cuando en el año 2000 estaba quebrada y no encontró apoyo de la Secretaría de Hacienda.

Las medidas que se están adoptando son para corregir los errores que se cometieron en el pasado reciente, porque en los 16 años anteriores el financiamiento del Bancomext cayó 61 por ciento. Laborín precisó que es necesario adelgazar el gasto corriente del gobierno federal, pero de manera paralela el sector privado se debe comprometer a abrir nuevas fuentes de empleo para no hacer crecer la informalidad.

Dijo que, contrariamente a lo que es la función de la banca de desarrollo, de apoyar a las empresas de menor tamaño que no son atendidas por la banca comercial, Bancomext perdió su mandato y requirió la transferencia de 3 mil millones de pesos entre 2003 y 2006.

Concentración de recursos en empresas grandes

En entrevista con La Jornada, Laborín Gómez manifestó que con una cartera crediticia al sector privado, cuyo saldo disminuyó en más de 45 por ciento durante seis años y esté concentrada en empresas grandes que podían contar con otras opciones de financiamiento, Bancomext enfrenta, a partir de este año, el reto de concentrarse de nuevo en pequeñas y medianas empresas exportadoras.

Indicó que la operación de Bancomext con unas 20 empresas, se pierden 9 millones de pesos, porque el margen de operación no es muy amplio. El costo de capital y de operación no corresponde y además son empresas a las cuales no les interesa deberle a Bancomext

“Nos hacen el favor de tomar el crédito”, y el ejecutivo de Bancomext “siente que ha cumplido con su trabajo”, y por ello hay que hacer una depuración, para eliminar la ineficiencia. Ahora la cartera vencida es de 600 millones de dólares.

Por ello, se le tuvo que aportar capital de 2003 a 2005 por un total de 3 mil millones de pesos, y en 2006 2 mil 400 para el fondo de pensiones. Para capital fue una cantidad importante, por las pérdidas que registró la institución. Por eso se regresará al mandato original: atender a pequeñas y medianas empresas, y habrá una relación directa con los exportadores.

El funcionario dijo que mientras en 2006 se atendió menos de 500 empresas, de las cuales tan sólo 20 representaban la mitad del saldo de cartera al sector privado, este año se espera un despegue, para atender a más de 7 mil pequeñas y medianas empresas relacionadas con la cadena exportadora.

Indicó que la desviación de los objetivos en Bancomext, en años anteriores el crédito promedio fue de 4 millones de dólares, cuando en Nafin cada operación representó un promedio de 8 mil dólares, lo cual supone el financiamiento a empresas más pequeñas.

Insistió en que hubo errores graves en el pasado, y ahora es momento de aplicar los correctivos necesarios, que implicarán un recorte de personal. Durante el sexenio pasado, en el caso de Nacional Financiera, la nómina se redujo en 50 por ciento.

La situación era apremiante, porque la institución estaba en quiebra, y el entonces secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, ofreció un plazo de 120 días para sacar del hoyo a Nafin.

Ahora, en el caso de Bancomext hay que decir que el financiamiento ha caído de manera dramática en los pasados 16 años. De 1990 a 2006 el volumen de financiamiento pasó de 13 mil 600 millones de pesos a 5 mil 265. El número de empresas financiadas era de 4 mil 405 y el año pasado quedó en sólo 469.

Laborín Gómez informó que en el esquema ejecutivo ya sólo hay un funcionario para las dos instituciones y este es el inicio de una depuración que se dará en el futuro inmediato. No se puede mantener una nómina enorme, por la sangría de recursos que representa.

Es exactamente lo que pasa en el gobierno federal. Es necesario reducir el gasto corriente, pero primero tendrá que haber acuerdos con el sector privado para que se comprometa a emprender inversiones productivas que generen mayor número de empleos, porque de lo contrario, aseguró, crecerá la informalidad.

El titular de Nafin y Bancomext explicó que a partir de 1995, después del “error de diciembre de 1994”, se agudizaron las desviaciones de la segunda institución. Era la única que tenía dólares. Hubo falta de visión de los funcionarios y de eso no hay duda, porque ahí están los resultados.

Ahora, dijo, la estrategia cambiará y se buscará apoyar a las pequeñas y medianas empresas, que son las que generan el mayor número de empleos en todo el país. El crédito fluirá de manera eficiente a fin de que en un plazo no mayor de dos semanas haya respuesta a las solicitudes de los empresarios.

Además, se desarrollará una estrategia basada en la oferta de nuevos productos crediticios orientados a las pequeñas y medianas empresas relacionadas con el comercio exterior; se ofrecerán productos para apoyar a las compañías nacionales en sus exportaciones, y se ampliarán las garantías que posibiliten compartir riesgos con la banca comercial y así detonar el financiamiento a empresas que no han sido atendidas.