Difícil arranque en la elaboración de biocomustibles
La Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar de la Confederación Nacional de Propietarios Rurales (UNPCA-CNPR) no participará en la constitución de industrias dedicadas a elaborar etanol, aclaró Carlos Blackaller Ayala, dirigente gremial.
“Nuestra función es promover proyectos integrales con los ingenios; si alguno de los integrantes de la UNPCA-CNPR quiere participar en la operación o propiedad de las futuras plantas de producción de etanol, tiene la libertad de hacerlo”, dijo.
Agregó que la construcción de una planta productora de etanol requiere una inversión superior a 50 millones de dólares y, en caso de utilizar la infraestructura de los ingenios, el monto sería de entre 20 y 50 millones de dólares.
El reto en el país es buscar que los montos sean adecuados para que sea viable la producción y transformación de las materias primas para que los bioenergéticos lleguen a precios adecuados a los consumidores, indicó. “Ahora esos precios tienden a ser más caros que los de los combustibles fósiles, por lo que habría que buscar dar un premio ambiental por la posibilidad de contar con energía limpia”, asentó.
Blackaller Ayala consideró que sin subsidios o programas adecuados “será difícil el arranque de la producción de bioenergéticos en el país; el auxilio podría ser para la producción de la materia prima o para la rentabilidad de la industria. De lo contrario, es poco probable que los agricultores destinen sus tierras para esos cultivos”, añadió.
Las modificaciones que se hicieron a la ley de bioenergéticos, abundó, ya señalan que se pueden utilizar otras materias primas –no necesariamente maíz y caña de azúcar– para la producción de biocombustibles; ése ya es un paso importante para que, en breve, el país tenga el ordenamiento legal y “pueda subirse al tren de la producción de los agrocombustibles”, concluyó.