Elogia la Iniciativa Mérida y considera que no implica una pérdida de soberanía
Prioritaria, la protección del espacio norteamericano: embajador de Canadá
Ampliar la imagen El presidente Felipe Calderón y Pham Van Que, de la República Socialista de Vietnam. Ayer, 11 embajadores presentaron sus cartas credenciales en Palacio Nacional Foto: Cristina Rodríguez
Tras elogiar la Iniciativa Mérida, el nuevo embajador de Canadá en México, Guillermo Rishchynski, aseguró que todavía hay un “campo amplio” para estrechar la cooperación trilateral en materia de seguridad, en especial en el combate al narcotráfico.
Luego de presentar sus cartas credenciales al presidente Felipe Calderón Hinojosa, junto con otros diez diplomáticos que acudieron ayer a Palacio Nacional, el canadiense explicó que para ambos países y para Estados Unidos es una prioridad la protección del “espacio norteamericano”, sin que ello implique una pérdida de soberanía de estas naciones.
También se manifestó en contra de “reabrir” el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN), al considerar que no se requiere hacerle “cambios contundentes”, porque funciona bien. En abono a ello mencionó que en México operan mil 800 empresas de ese país y existe un comercio bilateral de 24 mil millones de dólares canadienses e inversiones por más de 6 mil millones.
El embajador fue el único diplomático que habló en español con la prensa, dada su ascendencia hispana, cuya trayectoria ha estado ligada a América Latina, lo que marca el trato preferencial que –se comentó en el ámbito diplomático– da el primer ministro canadiense, Stephen Harper, a la relación con Calderón, que ha visitado Canadá en dos ocasiones, la primera como presidente electo.
Rishchynski, quien no pudo extrañar a su país porque tuvo audiencia con Calderón en un “día sumamente canadiense”, como definió el clima frío de ayer, comentó además que un grupo bilateral se reunirá a finales de noviembre para discutir un plan de movilidad laboral de trabajadores mexicanos hacia ese país, en particular a las provincias del oeste, como Alberta y Columbia Británica.
La colaboración en materia energética fue otro tema que Calderón abordó en los rápidos encuentros que sostuvo con otros embajadores. Yashar Aliyev, representante de Azerbaiyán, uno de los principales productores de petróleo del mundo, indicó que se reunió el día anterior con funcionarios de la Secretaría de Energía y expresó la disposición de su país de explorar mecanismos para compartir tecnología, por ejemplo, para la extracción del crudo en el mar.
Resaltó que su país comenzó la exploración industrial del crudo en 1849, 11 años antes de Pennsylvania Oil Exploration, en Estados Unidos, y que fue el primero en extraer petróleo costa afuera, concretamente en el mar Caspio.
También le pidió ayuda a la Secretaría de Educación Pública para que los diplomáticos de esa nación conozcan mejor el “idioma de Cervantes, porque realmente necesitamos que hablen español”.
Hunaina Sultan Ahmed Al Mughairy, primera embajadora de Omán en Estados Unidos y la única diplomática que se acercó a los estudiantes de primaria que agitaron banderitas de los respectivos países durante las ceremonias de despedida que se realizaron en el patio central, descartó que se presenten problemas en las naciones productoras de petróleo en caso de que el precio del barril llegue a superar 100 dólares.
Los otros diplomáticos que presentaron sus cartas credenciales fueron Gustavus Dierckx, de Bélgica; Pham Van Que, de la República Socialista de Vietnam; Nicolae Chirtoaca, de la República Moldova; Zeid Ra’ad Zeid Al-Hussein, de Jordania; Audrius Brüzga, de Lituania; Albert Jonson, de Isaldnai; Phiane Philakone, de Laos, y Vaino Reinart, de Estonia.