Usted está aquí: miércoles 24 de octubre de 2007 Cultura Documentan la importancia de la obsidiana verde en Mesoamérica

Mañana abren muestra en el Museo del Templo Mayor

Documentan la importancia de la obsidiana verde en Mesoamérica

Arturo García Hernández

La obsidiana fue de primera importancia para el desarrollo de las culturas mesoamericanas. Vidrio de origen volcánico, de fractura aguda, es el material natural más filoso que existe y casi tan duro como el acero, y fue ampliamente utilizado en todos los ámbitos de las sociedades prehispánicas.

Mostrar su importancia, así como aspectos técnicos de su explotación y una serie de piezas elaboradas con este material, es el objetivo de la exposición Obsidiana verde: filo del poder mexica, que será inaugurada mañana jueves en el Museo del Templo Mayor.

Carlos Javier González, nuevo director del recinto, y Alejandro Pastrana, curador, dieron a conocer los detalles de la muestra, la más amplia que se ha hecho al respecto, aunque todavía lejos de agotarlo, “es un tema de investigación amplísimo”.

Materia prima fundamental y herramienta al mismo tiempo, con la obsidiana se elaboraron desde instrumentos elementales hasta artefactos más complejos y piezas que resultan auténticas obras maestras por su acabado y belleza. Se le empleó en actividades productivas, militares, religiosas y comerciales. Con ella se elaboraron insignias y objetos mágico-religiosos, utilizados como parte de los atuendos de militares, gobernantes y dioses.

Para ubicar su importancia, Pastrana recordó que está asociada con deidades como Tezcatlipoca, el Dios del Espejo de Obsidiana que Humea, e Itzpapálotl, diosa mexica de la sabiduría.

La mayoría de los yacimientos de obsidiana en México son de color negro y gris, sin embargo, el caso de la obsidiana verde es único. Utilizada por los toltecas, los aztecas e inclusive por los mayas, el caso de ese material es único, de acuerdo con Pastrana: “por sus peculiaridades químicas, tiene tonos dorados, verde brillante, verde gris. La obsidiana verde es de muy alta calidad y está asociada con la pureza, la fertilidad y el agua”.

El principal yacimiento de obsidiana verde, desde el cual se suminstraba a Tenotchitlán, era la sierra de las Navajas, en Hidalgo. De ahí proviene algunos de los núcleos (piezas de obsidana en bruto) que figuran en la exposición Obsidiana verde: filo del poder mexica.

En la época prehispánica se desarrolló toda una industria de la obsidiana, dentro de la que había distintos oficios o especialidades: mineros en profundidad y en superficie, talladores, cargadores, artesanos.

Primero se localizaban los núcleos, donde se hacían preformas, es decir, se les empezaba a dar forma; después se trasladaban a los distintos talleres especializados, que los había de mercado, de barrio o en las escuelas (calmecac).

Esa exposición es conmemorativa de los 20 años del Museo del Templo Mayor, que abrió sus puertas el 12 de octubre de 1987 y cuya colección incluye, en su mayor parte, los objetos recuperados durante las excavaciones en el sitio, entre las que resalta el monolito circular que representa a la diosa Coyolxauqui.

Concebida como un logro académico, Obsidiana verde: filo del poder mexica será inaugurada mañana a las 13:30 horas y permanecerá abierta al público hasta enero de 2008.

 
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