Veinte sexoservidoras dejaron la calle para recorrer el sendero de la muerte
Envuelven luces, humo e incienso a tzompantli erigido en el Zócalo
Artistas plásticos crean altar monumental con aserrín, yeso y henequén en breña
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Trece talleres de artesanos convocados por la Secretaría de Desarrollo Económico trabajan en un tzompantli en el Teatro del Pueblo, en la calle Venezuela 72, en el Centro Historico, que formará parte de la actividad denominada En el corazón del Mictlán
Foto: Francisco Olvera
La senda de la muerte se convirtió en el camino a seguir por un grupo de veinte sexoservidoras. Desde hace un mes han dejado la calle y/o complementan su ingreso con la reproducción del último de los tzompantlis de México, elaborado con 3 mil 600 cráneos de indígenas, españoles y caballos de yeso y henequén en breña con luces y efectos especiales que ayer fueron quemados provocando temor y expectación entre los visitantes del Teatro del Pueblo, donde se realizan.
Las grandes llamas que envolvieron los cráneos de color café, que formarán parte del altar monumental que adornarán el camposanto en que se convertirá parte del Zócalo del 31 de octubre al 4 de noviembre, acompañadas de la explosión de cohetes, atrajo la atención de transeúntes y comerciantes, que ingresaron a admirarlos y tomar la foto del recuerdo, entre luces y humo de colores y olor a incienso.
Su instalación será desarrollada por artistas plásticos en dos tiempos. En el primero se realizará un gran tapete de aserrín con volumen y colores con el símbolo clásico de la dualidad vida-muerte de los aztecas; y en el segundo se levantará el gran tzompantli histórico con una reproducción en vitrina de un enterramiento antiguo en ollas de barro y una vitrina con espejo de agua con nueve xoloitzcuintles vivos, que ayudaban a las ánimas a atravesar el río de la muerte.
Con el lema En el corazón del Mictlan, que es el espacio sagrado donde todos los individuos al morir de manera natural tenían que cruzar sitios peligrosos que ponían a prueba durante cuatro años la inteligencia y el valor aprendidos en la vida, se busca rescatar y preservar una de las grandes tradiciones de México: el Día de Muertos, considerada por la UNESCO como obra maestra patrimonio oral e intangible de la humanidad.
La secretaria de Desarrollo Económico, Laura Velázquez, y Alberto Dogar, coordinador artístico del montaje, destacaron la importancia de la participación de 2 mil personas en la elaboración de esta ofrenda, donde sobresalen sexoservidoras, adultos mayores, personas con discapacidades diferentes y jóvenes, que han encontrado una alternativa para dar “rienda suelta a su imaginación y creatividad, y contar con un ingreso económico adicional”.
La ocupación de una parte del Zócalo provocará se cuente con dos sedes alternas: la Iglesia de San Francisco y el Templo de Corpus Christi, donde se colocará un gran ring con las siete leyendas de la lucha libre: Santo, Blue Demon, Huracán Ramírez, la Tonina Jackson, Black Shadow, El Enfermero y El Güero Rangel; la recreación a escala natural de cuatro esculturas interactivas de Pedro Infante; y una panadería donde se regalarán 10 mil rebanadas de pan de muerto acompañadas de leche en los cuatro días de exhibición.
Mientras las imágenes gigantes de Frida y Diego recorrerán la Plaza de la Constitución, señaló la funcionaria, al destacar que los 4 millones de pesos invertidos en el montaje y elaboración será absorbido por el sector privado y se estima una derrama económica de 700 millones de pesos en hoteles, restaurantes y servicios, los cuales cuentan con autorización de la delegación Cuauhtémoc para permanecer abiertos las 24 horas, en beneficio de 7 millones de visitantes que se espera, pero “no tendremos un solo ambulante”.