Ocho de cada 10 negocios de Sicilia pagan pizzo, advierte asociación de minoristas

Gana la mafia italiana 128 mil mdd al año; acapara 7% del PIB de ese país

Las grandes empresas no denuncian la extorsión y prefieren negociar: Confesercenti

Dpa y Afp

Roma, 23 de octubre. Italia, uno de los países miembros del Grupo de los Siete, está económicamente paralizada, pero la mafia hace grandes negocios que le permiten una facturación anual de 128 mil millones de dólares. El crimen organizado se divide en numerosos clanes y se considera “la primera empresa italiana”, pues acapara 7 por ciento del producto interno bruto (PIB), cifra que pasa por el filtro mafioso como dinero silencioso, que en parte es producto de imponerle a 20 por ciento de las tiendas (minoristas) un pago para seguir funcionando sin problemas.

El que no pague regularmente el llamado “pizzo”, debe temer ataques incendiarios o la visita de “vándalos”. Algunos propietarios de tiendas pagaron con su vida el no querer participar en este sistema. No debe extrañar, por lo tanto, que ocho de cada diez negocios en Sicilia paguen pizzo.

Las grandes empresas no denuncian los intentos de extorsión y prefieren negociar con la mafia, según una queja de la asociación de minoristas Confesercenti, que presentó las cifras ante el gobierno en Roma, junto con una relación de hechos sobre la “creciente influencia” de la mafia en Italia. Confesercenti reiteró que lo que la mafia ingresa en la séptima potencia económica del mundo en extorsiones, tráfico de varios productos y otros negocios turbios, supone 7 por ciento del PIB.

Sólo los comerciantes extorsionados pagan al crimen organizado 6 mil millones de euros (unos 8 mil 500 millones de dólares) al año. De las 160 mil tiendas, restaurantes y otras firmas afectadas, unas 132 mil tienen su sede en las regiones de Sicilia; Campania, en el sur, así como en la Calabria y Abulia, señala la asociación. También las grandes empresas y el turismo son víctimas de las extorsiones.

“El torno de la mafia generó que entre 2004 y 2006 unas 165 mil actividades comerciales se suspendieran y unos 50 mil hoteles cerraran”, según el informe. El estudio demuestra “la creciente infiltración de la criminalidad en el tejido económico”, y analiza la capacidad de la organización de chantajear a las grandes empresas que se adjudican licitaciones de obras públicas, entre los mayores negocios de la península.

Pese a que las grandes sociedades constructoras como Condette e Impreglio han desmentido oficialmente la existencia de relaciones con la temida organización criminal, los comerciantes sostienen que existen “pactos” secretos para poder operar tranquilamente. “En las obras bajo control de la mafia los derechos sindicales no existen”, en las regiones del norte industrializado, indica la denuncia.

Quien quiera poner un puesto en el mercado de Nápoles, por ejemplo, debe pagar por día entre cinco y seis euros a las arcas de la Camorra. “En el sur se vive un estado de emergencia, pero también en el norte de Italia se paga”, se queja la asociación, que representa a unos 270 mil negocios y empresas.

En el sur de Italia, además, crece el negocio del crimen organizado con víveres “falsificados”, sintéticos o de baja calidad. “Este negocio supone mil millones de euros al año”, comenta hoy el diario La Repubblica. Se trata de mozzarella de búfala más pequeña, vino adulterado y aceite de oliva teñido artificialmente. Los productos llegan regularmente al mercado y también se encuentran en los restaurantes.

¿Deberán convivir los italianos con la Cosa Nostra? ¿Realmente la política no puede hacer nada contra la “Mafia SA”? La asociación no se resigna y hace una serie de propuestas en su alarmante informe.

Así, propone que el gobierno en Roma garantice que las empresas cercanas a la mafia queden excluidas de las licitaciones públicas. Además, piden que “tutores” especializados asesoren a las empresas y a los inversionistas, para que no se conviertan en víctimas de los extorsionadores. Sin embargo, muchos se preguntan si eso no sería como una gota de agua sobre una piedra caliente, mientras los clanes siguen tejiendo sus entramados políticos.

Gran negocio, pan y turismo

El mayor negocio de la Camorra en la capital sureña es paradójicamente la venta de pan, ya que la organización controla 2 mil 500 panaderías ilegales contra mil 300 legales, con negocios por cerca de 500 millones de euros, según cálculos de la comisión parlamentaria antimafia. A los panaderos los obligan a comprar la materia prima, como la harina, a distribuidores y productores cercanos a la organización.

El negocio del chantaje y la extorsión se ha extendido tanto que es “considerado normal, algo que forma parte de la vida diaria. Tiendas, supermercados talleres, oficinas de abogados, todos pagan para tener paz”, sostiene el informe de los comerciantes.