Descartan que valga más el apoyo de profesores eméritos para designar rector
Condenan “menosprecio” de Jorge Flores a la comunidad universitaria
Asegurar, como lo hizo el físico Jorge Flores Valdés, que el apoyo de los maestros eméritos pesa más y tiene mayor valor ante la Junta de Gobierno (JG) en el proceso de designación de rector en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “es creer que el resto de la comunidad universitaria no tiene calidad y que ésta pertenece a sólo unos cuantos”, denunciaron investigadores, profesores y directores de institutos.
Lamentaron también el epíteto de “pandilleros” que les lanzó Flores Valdés, porque lesiona el respeto que se deben los integrantes de la casa de estudios.
Se referían a que Flores Valdés, quien tras presentar a la JG una carta de profesores eméritos en favor de José Antonio de la Peña, apuntó: “La ciencia no es cosa de pandilleros. Vale más lo cualitativo que lo cuantitativo”. De inmediato, indignados, otros científicos le pidieron ser más mesurado y estricto en sus juicios, y que no por anteponer el corazón en sus preferencias “deje atrás otras capacidades”.
“La convocatoria emitida por la JG no desestima la participación de nadie: el académico o administrativo de recién ingreso, el estudiante o el académico de nivel III del Sistema Nacional de Investigadores o el profesor e investigador emérito”, señalan en un documento firmado por integrantes de los institutos de Química, Geofísica, Ciencias del Mar, Biomédicas, Astronomía y Matemáticas Aplicadas a Sistemas, incluidos varios ganadores de premios nacionales.
El profesor emérito Barbarín Arreguín, del Instituto de Química, apoyó el trabajo de la JG, y José Franco, director del Instituto de Astronomía, consideró que Flores Valdés descalificó el trabajo de la propia junta, pues es ésta la que nombra a los directivos de la UNAM. Una afirmación así, dijo, “va directo al corazón del proceso, menosprecia a los universitarios y a los aspirantes”.
Al leer la misiva –que se hará llegar a la JG–, Raymundo Cea, director del Instituto de Química, señaló que las declaraciones de Flores “no son concordantes con el respeto que nos merecemos, incluido él mismo; las expresiones de apoyo a un candidato por grandes grupos de universitarios o por grupos pequeños, aun en forma individual, corresponden al derecho de todos los integrantes de la UNAM”.
Acerca de la recomendación del propio Flores para que el próximo rector tenga doctorado, no rebase 50 años de edad y sea “sólo un científico” (en lo que parecía el retrato hablado de De la Peña), los firmantes del documento precisaron que “el cargo de rector implica necesariamente la capacidad de conciliar las diferencias y aprovechar la diversidad, intrínseca al carácter plural de la universidad”.
En tanto, al presentar su proyecto en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, Luis Javier Garrido reiteró su llamado al debate público entre los aspirantes a la rectoría, propuesta que un grupo de estudiantes tomó al pie y ya buscan a los otros siete candidatos, para realizar el encuentro.
Manuel Peimbert y Rolando Cordera, integrantes de la JG, coincidieron en afirmar que la participación de Garrido “no mete ruido” al proceso, sino que, al contrario, es bienvenida, porque “entre más propuestas e ideas” se presenten, existirá más pluralidad en la UNAM.