Hace menos de 2 meses, al comenzar campañas, el albiazul se perfilaba como gran triunfador
Cae intención de voto para AN en Puebla; repunta el PRI: encuestas
Carestía, escándalos de corrupción y malos candidatos panistas invirtieron el escenario
Ampliar la imagen Blanca Alcalá y Antonio Sánchez Díaz de Rivera,candidatos de PRI y PAN a la presidencia municipal de Puebla, respectivamente Foto: archivo Rafael García Otero
Puebla, Pue., 21 de octubre. Hace menos de dos meses, al iniciar las campañas con miras a las elecciones del próximo 11 de noviembre, el PAN se perfiló en sondeos como el gran triunfador, pues llevaba ventaja en 16 de los 26 distritos, y en esta capital superaba al PRI por más de 12 puntos. En unas cuantas semanas, el escenario se invirtió: el tricolor muestra importante recuperación, que lo coloca en posibilidad de ganar la mayoría del Congreso estatal y buena parte de las 217 alcaldías.
Al comenzar labores proselitistas en septiembre pasado, dirigentes del PAN estaban seguros de ganar el Congreso y las alcaldías con mayor número de habitantes. Hoy, el Centro de Investigación sobre Opinión Pública (Ciso) de la Universidad Autónoma de Puebla dice lo contrario.
El organismo pronostica que el PRI se llevará la alcaldía de Puebla con una ventaja mayor a 10 puntos porcentuales, da el triunfo al tricolor en 19 de los 26 distritos electorales; cuatro se-rían ganados sin problemas por el PAN y tres están reñidos entre candidatos priístas y panistas.
Estas cifras coinciden con resultados de al menos seis encuestadoras locales o con sede en el Distrito Federal, que dan cuenta de cómo cayó la intención del voto para el blanquiazul, sobre todo en la capital, donde el PRI estaría 10 y hasta 20 puntos arriba del PAN.
Según los estudios, carestía y escándalos de corrupción de panistas, aunados a la mala selección de candidatos blanquiazules, provocaron aumento en el índice de preferencias electorales en favor del PRI.
Dirigentes priístas sostienen que su partido tiene asegurada la victoria en 16 distritos, cuatro están reñidos con el PAN y cuatro están perdidos. En cambio, directivos blanquiazules descalificaron los estudios de opinión, al considerarlos “amañados” por el tricolor, y aseguran que ganarán el Congreso.
Este escenario contrasta con el del año pasado, cuando en la elección federal el PAN ganó 12 de 16 distritos electorales y en muchas demarcaciones, mientras el tricolor se ubicó como tercera fuerza política por debajo de la coalición Por el Bien de Todos.
En aquella ocasión se consideró que el escándalo de la conjura del gobernador Mario Marín Torres contra la periodista Lydia Cacho influyó en los resultados adversos hacia el PRI. Se esperaba que este año fuera similar.
A mediados de este año el presidente estatal del PRI, Valentín Meneses Rojas, reconoció que el PAN superaba a su partido en preferencias electorales, pese a la confrontación entre la ex secretaria de Desarrollo Social, Ana Teresa Aranda, y el ex subsecretario de Desarrollo Social y ex dirigente de Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Antonio Sánchez Díaz de Rivera, en la disputa por la candidatura a edil de Puebla.
Aunque la panista tenía más preferencias entre ciudadanos no panistas, se optó por dar la candidatura a Sánchez Díaz de Rivera.
El PRI postuló a Blanca Alcalá, subsecretaria estatal de Desarrollo Social, considerada lejana al grupo político del gobernador Mario Marín. Se dice que el apoyo a su postulación provino principalmente de la dirigencia nacional tricolor y del grupo del ex gobernador Manuel Bartlett Díaz. Al iniciar la contienda, ella estaba 12 puntos abajo del candidato panista.
El primer escollo para Sánchez Díaz de Rivera fue revelar su intención de ser candidato a la gubernatura en 2010. Esto implicaba que, de ganar los comicios, solamente sería alcalde de Puebla dos de los tres años de su mandato.
Esta declaración contrastó con su propio discurso en la Coparmex contra políticos chapulines, que aún no dejan un puesto y ya buscan otro. Los priístas le echaron en cara que fue electo diputado federal en 2006 y ya busca ser presidente municipal.
El segundo tropiezo es su relación con las mujeres. Sánchez sacó un espot televisivo en el que dijo tener “pantalones” para gobernar, afirmación que volcó a las mujeres priístas en su contra.
Todavía no aplacaba a quienes lo llamaron misógino cuando una frase de Blanca Alcalá lo hizo caer nuevamente. Ante su alza en las encuestas, la priísta dijo: “Caballo que alcanza gana”. Antonio Sánchez le respondió: “Dirá yegua, para usar más propiamente el lenguaje”.
Yerros albiazules en la capital
Políticos atribuyen el descenso del PAN en la capital a los yerros de Antonio Sánchez, además de que el PRI utilizó un discurso “de género” para atraer el voto en favor de Alcalá, cuyo eslogan es: “tu primera presidenta municipal”.
De ganar la elección, Alcalá terminaría con 12 años en que la alcaldía capitalina es ganada por PRI y PAN de forma alternada, pues actualmente gobierna el tricolor.
Según líderes locales del blanquiazul, la baja en preferencias electorales tiene que ver con el gasolinazo y los escándalos de supuestos actos de corrupción de figuras del PAN, como el ex presidente Vicente Fox, a lo que se suma que en su proceso interno las elites impusieron candidatos sin llegar a consensos, por lo que no todos cohesionaron a la militancia a su favor.
La elección local es antesala para la renovación del Poder Ejecutivo, y se dejan ver sabotajes entre panistas en su intento por ganar la candidatura. Ejemplo de esto es el ex priísta y hoy senador blanquiazul Rafael Moreno Valle, quien ha negado su apoyo a Antonio Sánchez Díaz de Rivera, porque pretende que de ambos competirán por la postulación a la gubernatura en 2010.
Moreno Valle es cercano a la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Esther Gordillo.
Al caer en encuestas, el PAN retomó el caso del góber precioso con espots en radio. Los anuncios decían que el verdadero misógino es Mario Marín, pero no fueron escuchados por la población, pues dueños de radiodifusoras se negaron a transmitirlos. Lo que queda de la fallida campaña son pegotes en autos que rezan: “No queremos más preciosos”.
Abortada la campaña con el tema del góber precioso, los panistas comenzaron la semana pasada una serie de denuncias ante los institutos electorales federal y del Estado (IEE), así como a las procuradurías de ambos niveles de gobierno, con el argumento de que la administración de Marín entrega recursos a campañas priístas.
El caso más sonado es la Operación Tinaco, consistente en entregar cientos de tanques para almacenar agua, la cual fue denunciada por Andrés Manuel López Obrador, quien en los últimos cinco fines de semana ha visitado municipios poblanos.
Acción Nacional divulgó además un video en el que el candidato del PRI a diputado por Chiautla, Joel Hernández Ruiz, está reunido con funcionarios estatales, en día y horas de trabajo.
También retiraron “su confianza” al consejero presidente del IEE, Jorge Sánchez Morales, y amagaron con pedir la anulación del proceso si la alcaldía es ganada por Blanca Alcalá.
La disputa electoral local llegó al Congreso de la Unión. En el Senado, los panistas promovieron un punto de acuerdo para crear una comisión especial que vigile los comicios, la cual fue aprobada hace un par de semanas pero aún no se integra formalmente.
En tanto, diputados federales del PAN anunciaron que el martes promoverán otro punto de acuerdo para que la policía federal preventiva vigile la jornada del 11 de noviembre. El priísta Jorge Estefan Chidiac, presidente de la Comisión de Hacienda, dijo dudar que el “sensato presidente Felipe Calderón” se preste a los intereses de sus correligionarios en Puebla.
“La elección sí se va a judicializar porque el PAN va a perder, Blanca Alcalá no tiene la culpa de los errores del PAN”, concluyó Estefan Chidiac.