Poderes fácticos también amagan a periodistas: CNDH

El Estado tiene pendiente la obligación de garantizar la seguridad de los comunicadores en el ejercicio de su profesión y el ineludible deber de prevenir, investigar, sancionar y reparar cuanto afecte la libertad de expresión, dijo el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes. Asentó que si bien el enemigo tradicional de la libertad de expresión lo constituyen agentes del Estado, hay otras acciones con las que se pretende inhibir el ejercicio periodístico, como amenazas y represión, provenientes de poderes fácticos, particularmente del crimen organizado; éste, mediante la violencia, se empeña en limitar el ejercicio de las libertades de expresión y de información. En el marco del 23 Congreso Anual de la Asociación Mexicana de Editores de Periódicos, dijo que a la violencia contra los periodistas se suman mecanismos indirectos de acoso, entre ellos hostigamiento mediante demandas judiciales, descrédito profesional, persecución laboral, investigaciones fiscales y asignación arbitraria y discriminatoria de publicidad oficial. Ello, abundó, para presionar, castigar o amedrentar tanto a los informadores como a los medios de comunicación en función de sus líneas editoriales, de su actitud crítica o de denuncias públicas.