Negó suspensión definitiva; se descarta por ahora deportarla a Estados Unidos
Allana juez el traslado de La reina del Pacífico a penal de máxima seguridad
Autoridades consideran que Sandra Ávila estaría mejor resguardada en reclusorio de Colima
Sandra Ávila Beltrán, La reina del Pacífico, presunta narcotraficante que enfrenta en México cargos penales y es requerida en extradición por el gobierno de Estados Unidos, quedó desprotegida por la vía judicial luego de que un juez federal le negó una suspensión definitiva en vía de amparo. De esta forma, ya no hay nada que impida a las autoridades federales la posibilidad de cambiarla del reclusorio femenil de Santa Martha Acatitla, donde se encuentra recluida, a un penal de máxima seguridad.
Lo que no puede hacer el gobierno mexicano, pese a que la mujer no obtuvo una suspensión definitiva –al menos no jurídicamente–, es deportarla o extraditarla a corto plazo.
Este fin de semana el juez federal Francisco Sarabia Ascencio, titular del juzgado cuarto de distrito en la ciudad de México, determinó negarle la suspensión definitiva que había solicitado La reina del Pacífico contra su posible traslado al penal federal de mujeres que se encuentra en el estado de Colima.
Con este fallo ahora el único que puede autorizar que Ávila Beltrán sea cambiada de reclusorio es el juez federal Alejandro Hernández Loera, responsable del juicio incoado en tribunales mexicanos contra la mujer acusada de lavado de dinero, delitos contra la salud y delincuencia organizada y encargado del procedimiento de extradición abierto también contra ella.
En tanto, fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública federal revelaron que han tenido acercamientos con el juez Hernández Loera para intentar convencerlo de que la reclusa estaría mejor resguardada en un centro penitenciario de máxima seguridad.
El argumento oficial es que por las relaciones que Ávila tiene con importantes capos de la droga en México y Colombia existe el “peligro latente” de que pueda seguir operando desde el penal de Santa Martha Acatitla, intentado corromper al personal de seguridad del reclusorio, además de que las autoridades tampoco descartan que pudiera fugarse o que algún grupo de sicarios intentara tomar el penal para rescatarla.
La negativa a conceder la protección judicial a la presunta narcotraficante no faculta a las autoridades mexicanas para que puedan realizar una deportación o extradición fast track a Estados Unidos, ya que si eso ocurriera se violarían en perjuicio de la mujer disposiciones como la Constitución, la Ley de Extradición y los códigos Penal Federal y de Procedimientos Penales.
En el caso de Osiel Cárdenas Guillén, ex líder del cártel del Golfo, quien fue extraditado a Estados Unidos en enero pasado, las autoridades mexicanas decidieron mandarlo a ese país luego de que ya había terminado en México su procedimiento de extradición y después de que se agotaron las etapas del amparo a que tenía derecho para defenderse.
Lo que Osiel tiene pendiente en tribunales nacionales es un juicio penal por delitos que se fincaron en México, no así en el caso de su procedimiento de extradición, que ya estaba terminado cuando se optó por entregarlo a las autoridades estadunidenses.
Con La reina del Pacífico las cosas son distintas. Ella aún litiga en el juzgado 18 de distrito para intentar convencer a la autoridad judicial de que no procede jurídicamente su extradición a Estados Unidos.
Aunque ahora le negaron una suspensión definitiva, puede esperar a que el juez emita su “opinión jurídica” para volver a pedir el amparo. Incluso puede interponer una tercera demanda de garantías a partir de que la cancillería mexicana resuelva sobre su extradición, lo cual ocurrirá después de la opinión del juez que analiza el caso.
Lo que no podría evitar la inculpada, pues ya no cuenta con la medida de protección provisional que da la suspensión en vía de amparo, es una eventual decisión del juez Hernández Loera de que sea cambiada a un penal de máxima seguridad.
En caso de que el juez y las autoridades de Seguridad Pública federal acuerden que sea cambiada de reclusorio, se notificará a Ávila la decisión minutos antes de que ocurra el traslado para evitar que intente recurrir de nueva cuenta al amparo. La reina del Pacífico es novia de Juan Diego Espinosa Ramírez, El tigre, quien, según las autoridades mexicanas es el segundo hombre en importancia en el cártel Norte del Valle de Colombia.
A Sandra Ávila se le identifica como supuesta responsable de las “relaciones públicas” del cártel de Sinaloa que dirige Joaquín El chapo Guzmán Loera, principalmente con narcotraficantes colombianos.