Usted está aquí: sábado 20 de octubre de 2007 Cultura Esencial, regresar a la génesis de la música: la voz y la palabra

Federico Ibarra reaparece con un estreno mundial a cargo de la OFUNAM

Esencial, regresar a la génesis de la música: la voz y la palabra

Los ojos del sueño consta de cinco partes basadas en sendos poemas de José Gorostiza

El compositor deplora que este año la actividad operística en México fuese inexistente

Ángel Vargas

Ampliar la imagen Federico Ibarra, anteayer, en su casa durante la entrevista. El compositor adelantó a La Jornada que prepara su octava ópera Federico Ibarra, anteayer, en su casa durante la entrevista. El compositor adelantó a La Jornada que prepara su octava ópera Foto: Francisco Olvera

Nada tan esencial para la escritura musical de Federico Ibarra como la voz y la palabra. De ello rinden testimonio las siete óperas que aparecen en su catálogo, a las que se sumará en breve una más, que está en pleno proceso creativo.

Por si eso no fuera suficiente prueba, el reconocido compositor mexicano decidió recurrir a ese par de elementos para confeccionar la obra que marcará su reaparición en el ámbito musical después de cuatro años de silencio al que se vio obligado por la realización de un doctorado en España.

Se trata del ciclo de canciones Los ojos del sueño, cuyo estreno mundial tendrá lugar este fin de semana a cargo de la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM), bajo la dirección de su titular, Alun Francis, y con la participación del tenor Leonardo Villeda como solista.

Con 20 minutos aproximados de duración, la pieza consta de cinco partes, basadas en sendos poemas de José Gorostiza, retomados de la colección Lección de ojos, en la cual el tabasqueño tuvo su mayor aproximación al surrealismo.

“Es una obra un tanto particular dentro de mi producción, por sus largos alcances, en cuanto a duración. Está concebida para voz aguda, ya sea para tenor o soprano y orquesta, con la esperanza de que pueda ser tocada con mayor frecuencia”, comenta Ibarra en entrevista.

“Gorostiza es uno de los poetas de los Contemporáneos más queridos por mí y hasta ahora no había tenido la oportunidad de acercarme a su poesía para musicalizarla.”

Respeto por la palabra escrita

De acuerdo con Federico Ibarra el planteamiento musical de su obra está condicionado plenamente por estructura, ritmo, métrica y musicalidad de los poemas.

“Siempre trabajo con gran respeto hacia la palabra escrita, sobre todo si es poesía, para lograr que se distinga lo más cercanamente al oído lo que se está diciendo”, comenta.

“Me interesa que las palabras se escuchen como tales y mi comentario musical que esté implícito, rodeando, ayudando o dando una interpretación de esas palabras. La armazón poética es la que da la forma de la obra. Soy muy respetuoso de eso cuando escribo a partir de un texto.”

Ibarra describe a Los ojos del sueño como una partitura demandante desde los puntos de vista técnico y virtuoso: “Para la voz solista es un reto, primero porque es una obra que no se conoce y en la que exijo todas las posibilidades que tiene la voz y sus capacidades expresivas”.

Abunda: “Su música no responde a una escritura tonal. En general toda mi obra está hecha en un sentido que no es tonal; a veces puede ser modal, otras atonal o tener otras especificaciones, e inclusive puede tener rasgos que parezcan tonales, pero no lo son. La música ha cambiado definitivamente y ya no puede regresar a lo que se hizo en el siglo XIX”.

Nacido en la capital de la República, en 1946, el compositor destaca lo inusitado que es, por las dimensiones, la escritura de ciclos como el suyo, no sólo en México, sino en el resto del planeta. Entre los contados casos, recuerda los de Mahler y Richard Strauss.

A decir del autor, fue a partir del siglo XX cuando se perdió gran parte del interés de los compositores por la voz, a la que considera el instrumento de mayor perfección y al que aún resta mucho jugo por sacarle.

“Ha habido una especie, no de rechazo, sino de prevención, porque el compositor piensa que los cantantes sólo hacen gorgoritos o únicamente pueden hacer cosas tonales. Pero no, la voz puede tener todas las posibilidades, sólo hay que saber manejarla, porque es muy especial y si no se sabe cómo tratarla, se puede caer en errores terribles.”

Desde su óptica, resulta esencial que los compositores regresen a los orígenes de la música, que son la voz y la palabra.

“No quiero decir que todos deben hacer ópera. La voz se puede manejar desde muy variados ámbitos: coro, voces solistas, conjuntos; en fin, hay gran posibilidad del manejo de esto, pero curiosamente los autores no se acercan, prefieren escribir para instrumentos que a lo mejor no les dan tantos problemas.”

Expectativas promisorias

A petición expresa, Federico Ibarra hace un somero análisis de cómo percibe la dinámica de la música y la cultura mexicanas en el actual contexto histórico, y señala que el cambio de directores en agrupaciones como la OFUNAM y la Sinfónica Nacional le generan expectativas positivas.

No ocurre lo mismo con la ópera, de la que, aunque cuenta también con nuevo director, se dice decepcionado porque este año fue inexistente la actividad.

Asimismo, manifiesta su impresión respecto de la política cultural del gobierno calderonista: “Hay que ver para dónde van las cosas. Ahorita no podría decir que todo está completa y totalmente mal o muy bien. Hay que ver los cambios y sobre eso habría que comentar. No puedo decir nada hasta no saber qué particularidades tendrá una política cultural, si es que la hay, porque hasta el momento no he visto que existan rasgos de ella”.

 
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