Consejeros del instituto buscan diálogo con legisladores
Fracasará la reforma electoral si no planean recursos del IFE
Consejeros del Instituto Federal Electoral (IFE) advirtieron que la reforma en la materia fracasará en sus objetivos si para 2008 no se prevé una planeación presupuestal adecuada para el organismo.
Con esa consideración, presidentes de comisiones han empezado acercamientos con representantes de partidos políticos ante el IFE, para buscar diálogo directo con los coordinadores parlamentarios, a fin de detallar el alcance de las modificaciones en materia comicial, las cuales entrarán en vigor en los próximos días. Especialmente en materia de radiodifusión y administración de los tiempos oficiales en tiempo de campaña, tarea que –de acuerdo con cálculos preliminares– crecería cerca de 400 por ciento.
Sólo en el proceso de 2006, el IFE grabó más de 2 millones de horas de material promocional de partidos y candidatos, difundidos –del 19 de enero al 2 de julio de ese año– en 40 estaciones y 20 ciudades. Ese cúmulo de espots representa apenas una cuarta parte de las nuevas responsabilidades que tendrá el instituto.
Los consejeros consultados señalaron que el presupuesto entregado a la Cámara de Diputados (con un piso de 8 mil 613 millones de pesos, para ejercer en 2008) fue diseñado en una perspectiva diferente a la coyuntura actual, “sin tomar en consideración” la reforma constitucional en materia electoral, la cual otorga nuevas atribuciones al IFE.
En la planeación original, de los 8 mil 613 millones, poco más de la mitad (5 mil 550 millones) corresponde al gasto ordinario del organismo, y 3 mil 62 millones en prerrogativas a los partidos y las agrupaciones políticas. Aunque la cifra total es ligeramente superior a lo ejercido en 2007, los consejeros consideran necesario sostener una conversación con los legisladores, quienes preparan los cambios a las llamadas leyes secundarias, incluido el código electoral federal.
Los diputados y senadores deben precisar si en la nueva unidad de fiscalización se incluirá al grupo que atienda las quejas, y si el órgano de auditoría –delineado en la reforma– estará también en la unidad de fiscalización.
Los consejeros se preguntan si en las reformas a las normas secundarias se prevé la contratación de personal especializado o si todo recaerá en el presupuesto autorizado por la Cámara de Diputados.