En ellos viven 70% de los pobres, dice Zoellick
El BM busca una sólida relación con países de desarrollo medio
Ampliar la imagen El presidente del Banco Mundial, Robert Zoellick, ofreció una conferencia de prensa en la sede del FMI en Washington, en el contexto de la reunión anual del BM-FMI que se desarrolla esta semana Foto: Reuters
Washington, DC, 18 de octubre. Los principales directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) sostuvieron este jueves que ambos organismos no han perdido relevancia ante el surgimiento de esfuerzos regionales de cooperación económica y financiera, como el representado en América Latina con el surgimiento del Banco del Sur.
“Necesitamos fortalecer nuestra legitimidad”, admitió hoy el español Rodrigo Rato, director gerente del FMI, en declaraciones a la prensa. “Hay mucho que aprender de nuestras experiencias pasadas sobre la forma de mejorar”, comentó por su parte Robert Zoellick, el nuevo presidente del BM, respecto a una propuesta lanzada la víspera por el mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, de crear instancias financieras regionales.
En la reunión anual de otoño del BM y el FMI, la organización internacional Oxfam cuestionó hoy aquí la capacidad de los organismos financieros multilaterales –cuya arquitectura fue construida después de la segunda Guerra Mundial, hace más de 60 años– de acometer una reforma para adecuarse al mundo actual y otorgar mayor representación a países que han cobrado más relevancia en las últimas décadas.
Dominadas por Estados Unidos y las naciones industrializadas del Grupo de los Siete, el FMI y el BM no han emprendido una reforma a fondo, dijo hoy aquí en una conferencia de prensa Elizabeth Stuart, responsable de acción política de Oxfam International.
En conferencias de prensa por separado, en el marco de la reunión anual de los dos principales organismos financieros internacionales, tanto Zoellick como Rato argumentaron a favor de la labor del FMI y del BM, así como de la capacidad de ambas instancias para atender la demanda de reforma de sus afiliados.
Zoellick fue interrogado sobre la iniciativa del presidente brasileño, hecha la víspera en el contexto de una gira por Africa, de crear una institución financiera de naciones emergentes y sobre el recién creado, a propuesta de Venezuela, Banco del Sur.
El ex representante comercial de Estados Unidos, que en esta reunión se presenta por primera vez como presidente del BM, comentó que el trabajo del organismo “no es únicamente con los países desarrollados y con los más pobres; hay en medio un grupo de naciones con las que estamos tratando de desarrollar una sólida relación, porque muchos de ellos tienen grandes desafíos”.
Mencionó que en esas naciones de desarrollo medio como China, India y otros países, entre ellos México, vive 70 por ciento de los pobres del mundo “y si realmente estamos atendiendo los asuntos relacionados con la pobreza necesitamos desarrollar una buena relación con esos países”, por ello el BM propone entender lo que esos países necesitan.
En este sentido, planteó como una de las innovaciones que piensan impulsar bajo su presidencia en el Banco Mundial, la posibilidad de que el sector privado aporte fondos en los proyectos que impulsa el organismo.
Tal propuesta, la más concreta de las realizadas hoy por Zoellick, fue calificada como una muestra de la crisis que vive el Banco Mundial, comentó Mark Weisbrot, director del Centro de Investigación Económica y Política, una organización no gubernamental con sede en esta ciudad.
La iniciativa planteada por Zoellick, dijo, es un ejemplo de la forma en que el principal organismo creado para promover el desarrollo y combatir la pobreza en el mundo atraviesa por una profunda crisis de legitimidad.
En el FMI también hubo respuesta al debate sobre la relevancia del organismo. Un debate que ha crecido después de que la mayoría de naciones latinoamericanas, por citar el caso más próximo, ha decidido de la mano de Venezuela, Brasil y Argentina dar por terminados los programas de asistencia del FMI. México, antes que esos países, liquidó por anticipado sus créditos con el Fondo y ahora Perú está haciendo lo mismo.
“No creo que el FMI necesite una nueva función, sin embargo sí necesita cambiar para adaptarse a un mundo que cambia”, respondió Rato a la pregunta sobre la forma en que los países latinoamericanos se han alejado del organismo, y ahora que Brasil propone la creación de una nueva instancia financiera.
“Creo que la estabilidad financiera y macroeconómica –que son en el papel los dos principales objetivos del Fondo– fueron muy importantes sen los últimos 63 años, y son más cruciales hoy que los mercados están globalizados”.
Admitió que el FMI debe dar más voz en la decisión de los asuntos del organismo a los países de desarrollo medio, y duplicar el número de votos que tienen en el directorio las naciones más pobres, ahora prácticamente relegadas de las decisiones.
Una de las razones por las que el FMI ha dejado de ser empleado por varias naciones como prestamista es que la abundante liquidez en los mercados financieros internacionales y la contención de precios –a pesar del alza en los precios del petróleo– ha hecho más baratos y de más fácil acceso los créditos en los mercados de capital, que pueden ser obtenidos sin las condiciones exigidas por el FMI, y cuyas consecuencias han sido evidentes en América Latina.