Usted está aquí: viernes 19 de octubre de 2007 Economía Banamex libra pago de impuestos ahora en la compra de Aeroméxico

La transacción quedó exenta: Hacienda; recurre a la misma estrategia que con Citigroup

Banamex libra pago de impuestos ahora en la compra de Aeroméxico

La generación de gravámenes por este tipo de operaciones “está en función de quien vende, no de quien compra; el gobierno no se paga impuestos a sí mismo”, informa en un comunicado

(Antonio Castellanos, Miriam Posada, Juan Antonio Zúñiga, Roberto González, Susana González y Víctor Cardoso)

Ampliar la imagen Felipe Calderón y el ex presidente del CCE José Luis Barraza, en imagen de archivo Felipe Calderón y el ex presidente del CCE José Luis Barraza, en imagen de archivo Foto: José Carlo González

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público informó ayer que la venta de las acciones de Aeroméxico a Banamex y 14 empresarios quedó exenta del pago de impuestos. Esta es la segunda ocasión en que este banco, ahora propiedad de Citigroup, elude tributar por operaciones bursátiles.

La oferta pública de adquisición, que no subasta ni licitación, se concretó a las 8:33 horas de ayer. Se vendió un paquete de más de 586 millones de títulos de Aeroméxico que estaban en poder del gobierno federal a un precio de 2.69 pesos por acción, según el primer reporte de la bolsa, pero al cierre el precio de venta fue de 2.7159 pesos. El monto fue de mil 592 millones de pesos.

El subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, manifestó que los empresarios que adquirieron Aeroméxico no pagarán impuestos, “porque el vendedor es el gobierno federal que tiene 10 por ciento de la tenencia accionaria y Nacional Financiera, otro 3 por ciento”. En ese sentido, agregó, estas ganancias de capital no son generadas por un particular, sino por el sector público.

Operación maquillada

“En esta operación no hay ningún tema tributario importante”, señaló Werner y recordó que el sistema tributario mexicano ha cerrado de manera importante los espacios para el manejo agresivo de pérdidas fiscales. Los empresarios podrán hacer uso de las pérdidas fiscales de la empresa en la medida que la ley lo permita.

Por la noche, la Secretaría de Hacienda envió un comunicado a La Jornada donde precisa que “la generación de impuestos por este tipo de operaciones está en función de quien vende, no de quien compra”, y por lo tanto la dependencia definió que al enajenar los títulos, “el gobierno federal no se paga impuestos a sí mismo por sus ganancias en capital”. Esto, fundamentó la dependencia, bajo el artículo 102 de la Ley del Impuesto Sobre la Renta , lo mismo que el artículo 1 de la Ley del IVA.

En el mismo sentido, en los altos círculos gubernamentales se comentó que aun cuando las modificaciones a la ley del ISR establecen que la enajenación de acciones a través de ofertas públicas en el mercado de valores causa un impuesto sobre la renta, también consideran la salvedad de que la compra-venta de acciones de empresas o entidades públicas no causan el ISR.

Esto, afirmaron, debido a que sería el equivalente “a sacar dinero de una bolsa para meterlo a otra”, porque en el caso de la venta de Aerméxico el mayor accionista es el gobierno y si se aplicara el ISR, Hacienda, Nacional Financiera y el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) tendrían que pagarle un impuesto a la propia Secretaría de Hacienda

Mientras, Mario Di Costanzo, secretario de la Hacienda Pública del equipo de Andrés Manuel López Obrador, había adelantado esta exención a pesar de que el pago de ese impuesto es obligatorio para todas las operaciones en la bolsa, cuando las transacciones rebasen 10 por ciento del valor del capital social de la empresa involucrada. “No resultaría extraño que encontraran la manera de darle la vuelta. La venta de Aeroméxico a Banamex fue una operación maquillada, un acto para favorecer a Roberto Hernández”, afirmó.

“Con todos los problemas de carteras vencidas que enfrenta Citigroup en Estados Unidos, resulta completamente improbable que su subsidiaria en México se aventurara a comprar una línea aérea con graves problemas financieros como Aeroméxico. Quien compró no fue Banamex, fue Roberto Hernández, el anterior propietario del banco vendido a Citigroup”.

En tanto, el sector empresarial se abstuvo de pronunciarse sobre la transparencia del proceso, y se limitó a señalar que es una noticia positiva porque promete más competencia, mejores servicios, tarifas y más rutas.

Mientras para funcionarios del gobierno federal, la venta de Aeroméxico al Fideicomiso Banamex no deja lugar a dudas y fue hasta “impecable”, aunque para algunos el mecanismo del “segundero” no fue el más eficiente y sería necesario buscar otras estrategias.

El secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, señaló que el proceso estuvo a la vista de todos “aunque no se si lo mejor sea que la puja dependa de un reloj, ya que pude haber mejores opciones pero depende del punto de vista”, y consideró que no hay duda sobre el proceso y sus resultados.

Luego de participar en la inauguración de la Convención Nacional de Turismo 2007 convocada por el Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), Elizondo consideró que con esta operación debe haber mejores condiciones para los usuarios mexicanos del servicio aéreo, las aerolíneas están obligadas a fortalecerse y trabajar en puntos del país que requieren más competencia y competitividad en transporte aéreo.

En conferencia de prensa por separado, el secretario de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez Kuenzler, dijo estar complacido por la “transparencia” de la venta de Aeroméxico, y advirtió que dicha operación no dará lugar a una modificación o relajamiento de la política aeronáutica del país, ya que, adelantó, habrá una estricta y rígida inspección de la flota aérea de cada una de las empresas que operan el aerotransporte.

“La Secretaría de Comunicaciones y Transportes va a seguir las más estrictas reglas de inspección sobre los distintos aviones, la flota, que utilizan tanto Aeroméxico, Mexicana y las demás aerolíneas”, advirtió.

Téllez deslindó a la Secretaría a su cargo del proceso de venta ya que no tiene influencia sobre los accionistas, y precisó que su función consiste en dictar las políticas de aviación y la seguridad de la aeronáutica mexicana.

La mayor defensa del proceso la hizo el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), Guillermo Babatz, la venta no sólo fue transparente sino “impecable”, y consideró que son infundadas las críticas y sospechas de la familia Saba sobre la objetividad del proceso.

Y en el mismo tono el subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner rechazó ayer que hubiera irregularidades en la venta de Aeroméxico. Señaló que el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) fue claro en la aplicación de las reglas que establecen la Ley del Mercado de Valores y del propio instituto.

Medio centavo más alta

La oferta de la familia Saba llegó dos minutos tarde y por ello se adjudicó la operación al grupo de empresarios en el que participa Banamex. La propuesta de Moisés Saba, dijo, si era medio centavo más alta que la de Banamex, pero entró al sistema después de la hora de cierre.

Negó que se hubiera hecho la compra de una empresa rescatada por el Fobaproa a otra como sería el caso de Banamex y Aeroméxico, ya que se trata de un fideicomiso integrado por unos 15 empresarios y el área de banca de inversión de Banamex armó el paquete. El capital procede principalmente de esos empresarios entre los que se encuentra su representante que es José Luis Barraza, ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial.

Y el vocal de la junta de gobierno del IPB, Jorge Chávez Presa remató al señalar que el organismo está satisfecho con la venta por haber sido transparente y porque que se podrán reducir los pasivos del instituto.

El presidente del Consejo de Administración de Aeroméxico, José Luis Barraza, señaló que entre las primeras acciones a emprender está la inyección de capital fresco a la empresa, por aproximadamente 240 millones de dólares a aplicarse en los próximos 90 días.

Detalló que se mejorará la eficiencia de la aerolínea mediante estrategias como acuerdos con la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores de México, que les permitirá ahorros por 36 millones de dólares; así como abrir nuevas rutas internacionales, aumentar las frecuencias de recorridos nacionales y establecer alianzas con aerolíneas de talla mundial.

 
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