Se investiga a ex funcionario que dio licencias nocivas para el entorno, afirma Juan Elvira

Desastre ambiental en el país, reprochan diputados a Semarnat

Insuficiente, que ruede la cabeza de Ricardo Juárez, le advierten durante comparecencia en San Lázaro

Angélica Enciso L.

Un recuento de irregularidades ambientales prevaleció ayer durante la comparecencia de Juan Elvira Quesada, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), en la Cámara de Diputados, donde destacaron los cuestionamientos por los efectos negativos que dejó la gestión de Ricardo Juárez en la Dirección de Impacto y Riesgo Ambiental, por la autorización de estudios en la materia.

Ante integrantes de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, el funcionario federal aseguró que se realizan auditorías a las licencias otorgadas por Juárez, debido a que el hecho de que haya dejado el cargo hace dos meses no significa que no sea investigado.

Ante la insistencia de los legisladores, aseveró que están en revisión proyectos controversiales que avaló el ex funcionario, como el desarrollo de departamentos Grand Island, a un lado de la laguna Nichupté, en Cancún, por la empresa Bay View Grand, y se busca revocar las autorizaciones, mientras que Marina Careyes y La Tambora, a un lado de la reserva de la biosfera Chamela Cuixmala, en Jalisco, avalados días antes de que concluyera el sexenio anterior, no cumplieron con el cambio de uso de suelo.

Conducta criminal y corrupa

Ahí, la diputada Aleida Álvarez, del Partido de la Revolución Democrática, dijo que “la destitución del biólogo Ricardo Juárez nos otorga la razón en torno a la conducta criminal, negligente y ejemplarmente corrupta que exhibió el funcionario” durante su gestión. “Sin embargo, la enorme estela de desastre ambiental no se diluye con el simple rodar de una cabeza. Las terribles consecuencias de las autorizaciones emitidas por el funcionario están a la vista de todos sin que la dependencia haya emprendido acción alguna para enmendarlas”.

Asimismo, recordó a Elvira Quesada que en su comparecencia anterior “se comprometió ante los diputados integrantes de esta comisión a poner en marcha una mesa de trabajo para revisar las autorizaciones emitidas por la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental y verificar in situ las consecuencias. Han pasado casi cinco meses y aún estamos esperando que esa mesa se instale”.

En tanto, el diputado Sergio Augusto López, del Partido Verde Ecologista de México, aseveró que Juárez se mantiene dentro de la Semarnat, ya que es asesor de la Comisión Nacional de Biodiversidad (Conabio), y cuestionó el retraso en la publicación de la norma 059, que incluye las especies amenazadas o en riesgo de extinción, en la cual ya está incluido el manglar.

Aún quedan 650 mil hectáreas de manglar

Elvira Quesada respondió que aún se trabaja en la norma, y que de acuerdo con el inventario más reciente de la Conabio, en el país quedan 650 mil hectáreas de manglar. Asimismo, sostuvo que la Ley de Vida Silvestre “es limitativa, no restrictiva. Se ha cuidado que no se liberen manifestaciones de impacto ambiental que afecten el manglar. El decreto per se no lo protege, se requiere asegurar una efectiva conservación con acciones de las comunidades”, para lo cual pidió recursos a los legisladores, así como para la restauración de suelos y rellenos sanitarios.

Una vez más se refirió a los impactos ambientales del muro que construye Estados Unidos en la frontera con México, y anunció que está en elaboración el estudio que mide los daños, del cual en dos semanas presentarán la primera parte al Congreso estadunidense para que tenga una percepción clara de los efectos que habrá sobre la biodiversidad.

Los legisladores también cuestionaron al titular de la Semarnat sobre el trabajo de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas y los resultados de Pro Árbol, principal programa ambiental del gobierno federal.

Asimismo, pusieron en duda la efectividad de la dependencia en los temas de contaminación de la planta de cromatos en el estado de México, de la minera Natividad y Anexas en Calpulalpan, Oaxaca, y sobre la conservación en isla Guadalupe; en varios casos, Elvira Quesada prometió hacer una revisión.