El dramaturgo italiano Eugenio Barba imparte taller en el festival de Zacatecas
“Al llegar el teatro a la calle, revitaliza la percepción para redescubrir el entorno”
Rompe los reflejos condicionados y crea una sensación de familiaridad, expresa
Zacatecas, Zacatecas, 16 de octubre. “Más que recuperar la calle, yo plantearía cómo transformarla en una dimensión humana; por ejemplo, en Europa, a menudo, algunas partes de las ciudades, sobre todo los domingos, se cierran al tránsito. Así, las personas pueden caminar y se crea otro ritmo: cambia la forma en que nos comportamos en la calle. El teatro rompe esos reflejos condicionados. Se crea una sensación de arraigo, de familiaridad, en esos lugares donde hemos vivido y casi no reconocemos más”, expresó en entrevista con La Jornada el dramaturgo Eugenio Barba (Italia, 1936), que impartió hasta hoy miércoles el seminario-taller titulado Dramaturgia de la calle, en el contexto del sexto Festival Internacional de Teatro de Calle, que se desarrolla en Zacatecas, donde las plazas han lucido llenas y la gente participa, se divierte, come, bebe, vive alrededor de las obras del festival. La ciudad es suya.
El director y estudioso del teatro, inventor, junto con Nicole Savarese y Ferdinando Taviani, del concepto de antropología teatral, además opinó: “El encuentro de Zacatecas es diferente a los festivales habituales; es como si la presencia del teatro en el espacio urbano contagiara la conciencia de la gente, por lo que hay una situación masiva que se ve raramente en el futbol o en un concierto de rock, pues éste es plenamente juvenil, mientras aquí conviven muchas generaciones diferentes, desde los niños hasta los ancianos”.
Barba, junto con Julia Varley, impartió el citado seminario en la Ciudadela del Arte y abordó principios de la compañía Odin Teatret. Este especialista hizo la licenciatura de literatura y de historia de las religiones en la Universidad de Oslo. Empezó a estudiar dirección teatral en Varsovia.
Para Barba, “aquí, en Zacatecas, conviven diferentes generaciones. La atmósfera es muy bella y la arquitectura de la ciudad participa de alguna manera. El hecho es que nosotros vivimos la calle de manera obvia, conocida. Conocemos los lugares donde normalmente transitamos. Sabemos lo que puede suceder –en la calle–, como el tránsito, las personas que tienen prisa, otras que están sentadas observando. Cuando el teatro entra en ese espacio, el comportamiento es distinto. El teatro revitaliza toda nuestra percepción, así que un espectáculo no es sólo un asunto de sorpresa, sino de cómo redescubrir lo que antes ya se ha insinuado a nuestros sentidos.
“Es como si el teatro creara un efecto de extrañeza que hace que percibamos elementos arquitectónicos, una plaza, un balcón, de forma distinta”, agregó.
Para el investigador, la reacción del público zacatecano ha sido especial para los teatreros asistentes al festival: “No está muy acostumbrado al teatro de calle y es muy inocente. Reacciona y tiene muchas ganas de participar. Fue muy bella la relación teatral actores-espectadores”.
Solidaridad para enriquecer una tradición
Del taller que impartió –al que se esperaba una asistencia de 25 personas y a la que entraron unas 50–, dijo que se “trata de una forma de solidaridad para hacer crecer una tradición en Zacatecas; es algo que ya tiene un valor a escala internacional. Por otro lado, no es un problema de enseñanza, sino de hallar situaciones para que mi experiencia sea puesta a prueba.
“Llegué aquí para, al final del taller, hacer un espectáculo, lo cual es algo que no acostumbro. Es la primera vez que decido hacer algo en tres días una intervención teatral. Así, para mí también es revitalización de mis conocimientos”, precisó.
–¿Un espectador sale de manera diferente de una función de una obra de teatro que de una película?
–No lo sé, pero creo que actualmente hay muchos teatros que cumplen o satisfacen diferentes necesidades en diversos grupos de espectadores. Hay quienes van al teatro para buscar diversión solamente, lo cual es importante para ellos, pues a veces van con amigos, van a cenar y discuten.
“Hay otros que buscan confrontar sus necesidades personales. Hay teatro de calle, tradicional, clásico, etcétera. En el panorama teatral no se puede hablar de teatro, sino de teatros. De lo que vive cada espectador es muy difícil hablar, porque una experiencia artística, personal, tiene que ver con esa parte de nosotros que es individual y que no somos capaces de formular según conceptos.
“Por eso esa parte de nosotros siente esa necesidad de acercarse al arte, a una obra de teatro, a la poesía, a una pintura. Hay películas interesantes, pero en el teatro, la relación fugaz se troca en memoria para el espectador”, finalizó.
Hoy miércoles, Eugenio Barba recibirá un homenaje del sexto Festival Internacional de Teatro de Calle, en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez.