Advierten sobre efectos perversos de evaluaciones
Una reforma educativa no puede tener como único insumo la evaluación, pues así como ha tenido usos pertinentes también ha derivado en “efectos perversos”, como la publicación de los rankings de las “mejores escuelas”, que sirven para que los planteles excluyan a estudiantes con menores resultados y se beneficien los centros privados de enseñanza, advirtió Margarita Poggi, directora de la sede regional del Instituto Internacional de Planeamiento de la Educación (IIPE), de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
En el mismo sentido, Emilio Tenti Fanfani, coordinador de la Unidad de Investigación del IIPE, manifestó que dichos rankings han tenido efectos “perversos”, porque en lugar de que sirvan, como se dijo originalmente, para que los padres seleccionen las escuelas de sus hijos, ahora se utilizan para que “los colegios elijan a los alumnos”.
Además, añadió, la transformación del sistema educativo no sólo es un problema de evaluación, porque de lo contrario “caeríamos en el tecnocratismo”. Entrevistados en el contexto del seminario internacional Retos y perspectivas de la educación básica, los especialistas coincidieron en que la evaluación no puede ser la única herramienta a partir de la cual se construya un proceso de cambio en la enseñanza.
Cabe recordar que la política actual de la Secretaría de Educación Pública (SEP) tiene como uno de sus ejes la evaluación, a partir de la cual se ha fortalecido la aplicación de exámenes como Enlace y la publicación de los listados de las “mejores escuelas”.
La difusión de resultados ha tenido efectos “poco pertinentes”
Margarita Poggi advirtió que la divulgación de dicha información ha tenido efectos poco pertinentes para el funcionamiento de los sistemas educativos, porque “esto ha hecho que muchos colegios seleccionen su población; es decir, intentan excluir a niños o jóvenes que saben van a tener peores resultados para quedar mejor posicionados en el ranking”. Con lo anterior, continuó, las escuelas que se han beneficiado son las privadas.
La divulgación de ese tipo de listados, añadió Tenti Fanfani, aumenta la desigualdad. “Yo no sería partidario de estar difundiendo los rankings, que hasta desde el punto de vista estadístico no resultan pertinentes”.
Además, observó que la evaluación “puede ser útil, pero no agota, no es indicativa. No son los técnicos quienes van a decir desde su torre de cristal y su sabiduría lo que hay que hacer, porque sería una imagen cientificista de lo que es el funcionamiento de la sociedad”.
En el mismo sentido, Margarita Poggi añadió que la transformación educativa tiene un alcance mucho más amplio que la evaluación, porque concierne a diferentes actores: políticos, gubernamentales, sindicatos, docentes, padres y alumnos.
Y no siempre la evaluación puede proveer información sobre todos los aspectos del sistema educativo ni sobre qué políticas se deben implementar, finalizó.