El cambio climático pondría “al límite” a afectados, alerta en el Día Mundial de la Alimentación
Sufren hambre crónica 854 millones en el planeta: ONU
Según informe, en África la crisis de víveres es causada por conflictos armados, sequía y el sida
Ampliar la imagen Habitantes de Manila hacen fila afuera de un templo cristiano para recibir un poco de comida, mientras el mundo celebró ayer el Día de la Alimentación Foto: Reuters
Londres, 16 de octubre. Una “tormenta perfecta” de sequías, conflictos y crecientes costos ha incrementado a 854 millones la cifra de personas que sufren hambre crónica y ha forzado a los trabajadores humanitarios a buscar soluciones de largo plazo para la crisis de alimentos en el mundo.
Durante el Día Mundial de la Alimentación, la Organización de Naciones Unidas (ONU) dijo que el número de personas que padece por falta de víveres en el planeta sube en un promedio de 4 millones cada año, al tiempo que el alza de los precios de los combustibles ha elevado los costos de transporte y las tasas de embarque marítimo en el orbe.
Flagelo “inaceptable” en AL y el Caribe
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), consideró “inaceptable” que sufran hambre 53 millones de habitantes de América Latina y el Caribe.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU señaló que el costo de los cereales ha subido 50 por ciento en los últimos cinco años, fenómeno que expertos atribuyen al crecimiento mundial de la población, especialmente en áreas que no son de producción de comestibles, a lo que se suman las malas cosechas y la demanda creciente de cereales en países como India y China.
Asimismo, advierte que los conflictos en algunas de las regiones más pobres del mundo han generado crisis de refugiados, y los expertos prevén que el cambio climático podría ocasionar más enfrentamientos por recursos naturales, poniendo a las personas afectadas al límite. “Ésta es una tormenta perfecta”, dijo el portavoz para África del Programa Mundial de Alimentos, Peter Smerdon.
El área más afectada es África subsahariana, que alberga 21 de los 36 estados del mundo que requieren asistencia en víveres, y la principal preocupación del Programa Mundial de Alimentos está en Somalia, donde la sequía y el conflicto armado han coincidido para producir lo que algunos llaman “la peor crisis humanitaria del país en la historia”. Los problemas entre los gobiernos transitorios, sus aliados etiopes y los insurgentes obligaron a miles de personas a dejar Mogadiscio y dirigirse a campamentos improvisados.
En el sur de África, la crisis de alimentos en Zimbabue y los reinos de Lesotho y Swazilandia comparten dos causas: sequía, que también afecta a Sudáfrica como productor regional, y el sida, que ha causado la muerte de los agricultores y un consiguiente recorte en la producción.
El oeste y el sur de dicho continente son mayormente pacíficos, lo que hace el acceso más fácil, pero en las zonas de guerra en el este y centro muchos de los necesitados están fuera del alcance de la ayuda. Los nuevos combates en el este de la República Democrática del Congo han imposibilitado que el Programa Mundial de Alimentos de la ONU alcance a un tercio de los 300 mil nuevos desplazados, mientras las restricciones del gobierno en la región etiope de Ogaden están bloqueando la entrega de comida.
“Si el planeta produce suficiente comida para la población entera, ¿por qué 854 millones de personas aún tienen que ir a dormir con el estómago vacío?”, preguntó en Roma el director general de la FAO, Jacques Diouf.