Niega EU que haya intromisión en asuntos chinos
Recibe Bush al Dalai Lama, pese a la advertencia de Pekín
Washington, 16 de octubre. El presidente estadunidense, George W. Bush, recibió hoy en Washington al Dalai Lama pese a las advertencias de China de que los planes de honrar al líder espiritual tibetano podrían afectar las relaciones entre Pekín y Washington.
La reunión se realiza un día antes de una ceremonia del Congreso estadunidense para el Dalai Lama, pero la administración Bush tomó medidas para mantener con un bajo perfil el encuentro, en un intento aparente de no irritar aún más a China: como las tres veces anteriores, la entrevista no se llevó a cabo en el salón oval, que sirve de oficina a los jefes de Estado.
Pekín ha denunciado los planes de que el Dalai Lama, quien vivió en el exilio en India desde 1959 tras un levantamiento fallido contra el gobierno comunista chino, reciba mañana la Medalla de Oro del Congreso de Estados Unidos, el mayor honor civil que pueden conceder los legisladores.
Está previsto que Bush asista a la ceremonia en el Capitolio, y se convertirá así en el primer presidente de Estados Unidos en aparecer en público con el Dalai Lama, un premio Nobel de la Paz que China considera un separatista y traidor.
Pekín pidió horas antes a Estados Unidos que se anulara el encuentro con el Dalai Lama, así como todos los honores previstos para él, al advertir que lo contrario “socavará gravemente las relaciones entre China y Estados Unidos”.
La visita es una grave “violación de los principios básicos de las relaciones internacionales, hiere los sentimientos chinos y constituye una grave injerencia en los asuntos internos” de China, afirmó el canciller Yang Jiechi.
El portavoz de la Casa Blanca, Tony Fratto, negó que la reunión privada de Bush con el Dalai Lama represente una intromisión en los asuntos internos de China, pero, dijo, “respetamos las preocupaciones de China”.
Tras el encuentro con Bush, el Dalai Lama dijo que quería expresar su aprecio al presidente “porque realmente tomó con seriedad la situación” del Tíbet, que China considera parte inalienable de su territorio.