Advierten que de lo contrario montarán sus puestos en Reforma
Líderes ponen de plazo este jueves para que les entreguen espacios equipados
Líderes de vendedores ambulantes advirtieron a las autoridades capitalinas que si este jueves no les entregan las plazas comerciales que ocuparán bien habilitadas, sus 25 mil representados tomarán el Paseo de la Reforma con estructuras metálicas, dado que ahí no está prohibido el comercio en vía pública.
Armando Becerril y Francisco Padilla, integrantes del Frente de Trabajo Alternativo, señalaron que los predios que les entregaron el viernes pasado no cumplen con las condiciones óptimas para trabajar y jalar gente, lo cual obligará a que sus agremiados regresen a las 87 calles y 192 manzanas que conforman el perímetro A del Centro Histórico, como sucedió ayer, con decenas de ambulantes toreando en la parte oriente de la zona.
“Si el Gobierno del Distrito Federal puede dar permisos para ambulantes VIP, cómo sucedió el domingo, al permitirles vender toda clase de mercancía en la exhibición de Fórmula 1, por qué a nosotros se nos niegan los permisos para las romerías”, cuestionaron al señalar que se encuentran vigilantes de sus anteriores puntos de venta, ante el incremento de la fuerza pública.
Indicaron que la instrucción girada a sus representados es que se mantengan en las plazas y espacios que les fueron entregados la semana pasada, pero la “necesidad, la nula difusión de su ubicación y las condiciones de precariedad en que se encuentran los han obligado a salir, ante el incumplimiento de las autoridades locales”, comentaron.
En un recorrido por las calles liberadas de ambulantes en la parte oriente del Centro Histórico se observó a decenas de toreros que tomaron las calles de Corregidora, Correo Mayor, Guatemala, Justo Sierra, San Ildefonso, Moneda, Bolivia, Argentina, Colombia, Soledad, Apartado e Izazaga, ante la vigilancia de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, quienes se mantuvieron a la expectativa.
“No nos han dado la orden de actuar y sólo los exhortamos a levantar su mercancía, pero entre más les decimos, más se ponen”, señalaron algunos uniformados apostados en las esquinas de Correo Mayor, donde el diablo –un hombre disfrazado, promocionando la venta de disfraces para halloween– vigilaba el arribo y salida de camionetas de la SSP de la “zona de trabajo”.
Mientras otros, a bordo de motocicletas y a pie, avisaban a sus compañeros con un silbido que se reproducía entre los demás, o aparatos de radiocomunicación, cualquier movimiento extraño, para evitar la incautación de su mercancía, o fotografiaban a quienes veían sospechosos.
El presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la ciudad de México (Canacope), José Caudillo Herrera, consideró por otra parte que el desalojo de ambulantes es sólo un paliativo que no resolverá de fondo el problema, ni evitará que la gente salga de nuevo a las calles, ante la precariedad de las plazas comerciales donde serán reubicados y la nula difusión de su ubicación, con el consecuente “efecto cucaracha” en calles del perímetro B y las colonias Roma, Condesa y Juárez.
“No podemos combatir la informalidad cambiándolos únicamente de lugar, cuando los gobiernos local y federal no actúan para impedir la venta de mercancía de contrabando, ilegal o pirata”, concluyó.