A unos días de la elección tiene más de 50 por ciento de la intención de voto
Cristina Fernández de Kirchner, favorita para la presidencia en Argentina: sondeos
Buenos Aires, 15 de octubre. A sólo 13 días de las elecciones presidenciales, las encuestas dan el triunfo a la candidata oficial Cristina Fernández de Kirchner, actual senadora y primera dama, quien encabeza la Alianza Frente para la Victoria, acompañada por el gobernador de la provincia de Mendoza, Julio Cobo, de la Unión Cívica Radical (UCR) en disidencia con este tradicional partido.
Los sondeos más recientes indican que Fernández de Kirchner ganaría en primera vuelta, y hasta ahora mantiene una tendencia de entre 45 y más de 50 por ciento en favor, con diferencias de hasta 30 puntos respecto de su rival más próxima, Elisa Carrió, de la Confederación Coalición Cívica.
Entre los distritos más difíciles para el kirchnerismo se menciona a la Capital Federal, donde no obstante se comprueba que la candidata recogería muchos más votos de los que obtuvo el oficialismo en las elecciones para Intendente de la ciudad; y en Córdoba, donde las serias dificultades en el final de los recientes comicios para gobernador dejaron una situación compleja, Fernández también tendría una buena cosecha de sufragios.
A una distancia considerable se ubica Carrió, cuya agrupación política incluye a Afirmación para una República de Iguales (ARI), en una extraña alianza con socialistas, centroderechistas y derechistas que ha lesionado la imagen de la candidata, que tiene entre 15 y 17 por ciento de intención de voto.
Disputa el segundo lugar Roberto Lavagna, diplomático y ex ministro de Economía, que manejó la crisis de 2001 y está postulado por Alianza Concertación UNA, donde se reúnen la plana mayor de la UCR, peronistas disidentes, seguidores del ex presidente Eduardo Duhalde y el Movimiento por Integración y Desarrollo (MID).
En un lejano cuarto lugar (con cinco por ciento de respaldo) pero con sorpresas posibles, está el gobernador de la provincia de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, de la Alianza Frente Justicia, Unión y Libertad (Frejuli), unión de seguidores del ex presidente Carlos Menem y otros peronistas de derecha.
El cineasta y ex diputado Pino Solanas, al frente del recién llegado Proyecto Sur, se ubica a la cabeza de las varias propuestas de la izquierda, tan fragmentada como la derecha, y aunque está muy lejos de las primeras fórmulas, se esperan sorpresas y obtendría una buena votación en su candidatura a senador.
La candidata presidencial por el oficialismo –quien introdujo una nueva modalidad al llevar su campaña también al exterior– estuvo acompañada el pasado 13 de octubre por la legisladora chilena Isabel Allende, hija del ex presidente Salvador Allende y el embajador de ese país, Luis Maira, en el cierre del “Encuentro por la unidad popular para profundizar el cambio”, que se realizó en esta capital.
Fue un gesto especial donde Cristina Fernández defendió con fuerza la concertación propuesta por su esposo, el presidente Néstor Kirchner, destacando que es importante convocar a todos los que quieran sumarse para construir un país diferente.
En estas elecciones se destaca la apatía, con una oposición fragmentada y evidentemente desconcertada.
La ausencia de entusiasmo puede deberse a esa dispersión de los opositores y a la dispersión de los partidos tradicionales en distintas y curiosas alianzas, lo que apaga la típica pasión partidista de otros momentos.
También evidencia la necesidad de organización popular para que se supere la crisis de representatividad que estalló en diciembre de 2001.
Desde esos días de resistencia ha corrido mucha agua y varios proyectos organizativos populares se han perdido en la maraña de intolerancias y divisionismos.
La politóloga e investigadora Ana María Mustapic, señaló este lunes en el diario Página 12 que la multiplicación de las listas “colectoras”, que en la provincia de Buenos Aires suman miles, relega “el derecho de los electores a elegir de manera informada” y sostiene que se está asistiendo a la “pulverización” de los partidos políticos.
Atribuyó a la falta de liderazgos el hecho de que los candidatos presidenciales sumen listas colectoras de distintos partidos que de alguna manera se cuelgan de la fórmula.
Y también están las listas “espejo” en las que varios partidos –hasta seis en Córdoba– van en una sola, en apoyo a un candidato.
Mustapic advierte también que el “principio representativo resulta banalizado” en este esquema, a lo que se suma la existencia de 700 partidos políticos. Muchos de estos son prácticamente inexistentes en la realidad.
Con el sistema electoral actual si el primero obtiene 40 por ciento y tiene diez puntos de ventaja sobre el segundo, entonces gana en primera vuelta, y todo indica que el oficialismo alcanzará o superará ese porcentaje frente a la realidad de la oposición más dividida en la historia del país, donde ningún candidato alcanza 20 puntos a unos días de los comicios.