La Fiesta Cervantina
En la versión de la compañía eslovena la barbarie arrasa con todo, menos la esperanza
Teatro Mladinsko presenta una Blanca Nieves contemporánea
Luego de denunciar los excesos del comunismo, los actores se centran en el arte creativo
Ampliar la imagen La escena culminante de Blanca Nieves y los siete enanos, en la versión de la compañía Teatro Mladinsko Foto: Yazmín Ortega Cortés
Guanajuato, 14 de octubre. Desde hace 20 años, el Teatro Mladinsko de Eslovenia se caracteriza por la experimentación teatral en el aspecto político, al presentar propuestas que abordaban temáticas prohibidas por el gobierno comunista, y dejó de ser la compañía que presentaba espectáculos para los jóvenes y los niños.
En entrevista con La Jornada, el productor de Teatro Mladinsko, Dusan Pernat, explicó que “a partir de 1980 hubo un auge en la política teatral. La agrupación empezó con un teatro moderno contemporáneo, descubriendo nuevas formas de comunicar al público adulto las cosas prohibidas durante el comunismo. Mladinsko se distinguió del resto de las compañías del este de Europa por ser la primera que tomó algo prohibido, que causó sorpresa en la política y comunicó su situación al mundo”.
El Teatro Mladinsko se centró en actuaciones modernas de lo clásico, propuso temáticas que eran tabú, en un país que se encontraba en transición hacia la democracia. “En los años 80, todos los países querían hacer democracia, había un movimiento de desarrollo frente al comunismo”, señaló Pernat.
Asimismo expresó que de alguna manera sus propuestas teatrales eran críticas a lo que sucedía durante ese proceso. “Donde hay comunismo existen transformaciones, y estas temáticas tuvieron problemas con los gobiernos porque ya estaba adelantado el proceso de transición a la democracia. En este periodo Mladinsko ya era famoso y reconocido porque podía hacer lo que quisiera”.
En los años 90 –agregó Dusan Pernat– cuando el comunismo cae en Europa, todos los países del este comenzaron nuevas obras. Mladinsko se dedicó a mostrar la cultura de Eslovenia con la propuesta de Sherezade.
El productor señaló que con los cambios políticos, la compañía teatral no tenía la necesidad de dar un mensaje al público, porque anteriormente, con el comunismo, sí era importante, además de que eran una compañía teatral independiente que podía contribuir con nuevos planteamientos para cambiar el sistema.
“Ahora el grupo sólo comunica lo viejo en una sociedad modernizada que se distingue de lo que era Eslovenia. Nos concentramos en el arte sin tratar de influir en la política”, expresó Pernat.
Como parte del 35 del Festival Internacional Cervantino, Teatro Mladinsko presentó la obra Blanca Nieves y los siete enanos, como una fábula contemporánea donde el horror quiere avasallar a la belleza. Como en el cuento de los hermanos Grimm, la protagonista es el símbolo de la inocencia mancillada por la crueldad.
Después de la guerra ocurrida en los Balcanes, la obra, dirigida por Vito Taufer, se puede ver como una alegoría de la barbarie que arrasó con todo, menos con la esperanza de un mañana mejor. El director incorporó a la compañía su investigación sobre teatro marginal.
El elenco que se presentó este fin de semana en el Teatro Principal de la ciudad de Guanajuato estuvo encabezado por Janja Majzelj (Blanca Nieves) y Marusa Geymayer-Oblak (Madrastra); así como la trouppe de enanos formada por Ivan Dognic, Sandi Pavlin, Ivan Peternelj, Robert Prebil, Pavle Ravnohrib, Ravil Sultanov y Dario Varga.
Entre los proyectos de Teatro Mladinsko figura la puesta en escena Shakespeare, la cual prepara con una compañía de Italia y dos de Eslovenia. “Contaremos con la dirección de Vito Taufer y será un propuesta interesante. Al año producimos siete espectáculo nuevos y trabajamos con autores locales.”
En América Latina han presentado Sherezade, de Ivo Svetina, bajo la dirección de Tomaz Pandur, en 1994, y en 2001 fue la obra ¿Quién le teme a Tennessee Williams?, con la dirección de Matiaz Pograic.